Vacaciones

¿Sabes cómo eliminar el estrés en vacaciones?

La época más esperada del año puede convertirse en un tiempo de frustración y angustia. Estos son los mejores trucos para disfrutar y desconectar de la rutina diaria.

Tourism in France
Relax en vacacionesJULIEN WARNANDAgencia EFE

Teletrabajo, confinamiento… llega agosto y para muchos este es el mes más anhelado para descansar unos días, ya sea en familia, amigos o en pareja. Quizá este sea uno de los años en los que más nos hemos ganado a pulso unas vacaciones y también uno de los que más estresados nos encontramos. Queremos comernos la vida, hacerlo todo, verlo todo… pero sin saber desconectar de las tensiones de nuestra vida diaria.

Las vacaciones son un momento clave para obtener beneficios a nuestra mente y cuerpo. Todos necesitamos desconectar para recuperar el bienestar emocional y físico. Sin embargo, tenemos que saber cómo hacerlo para que este tiempo libre no nos acabe perjudicando.

El estrés es una reacción propia de nuestro organismo con la que éste trata de adaptarse a nuevas situaciones ambientales. Físicamente se manifiesta aumentando la velocidad de movimientos, tensando los músculos y movilizando la sangre con mayor rapidez. Pero también tiene un impacto significativo en la respuesta cognitiva, la conducta y el sueño. Un poco de estrés es normal e incluso sano. Pero si no se controla y alcanza niveles excesivos es negativo. Y en verano es fácil que esto ocurra ya que el calor puede potenciar las situaciones de estrés.

Algunas profesiones, como los sanitarios, son más propensas a desarrollar estrés al igual que las características individuales de cada uno; las personas perfeccionistas pueden desencadenar estrés con más facilidad que otra a la que le afecte menos su trabajo o problemas. ¿Te reconoces en algunos de los efectos siguientes? Tienes estrés y deberías aprovechar al máximo las vacaciones si sientes ansiedad, dejadez, apatía, infelicidad, sensación de vacío, falta de concentración, pérdida de apetito, alteración del deseo sexual, trastornos del sueño, fatiga, soledad, irritabilidad e incluso deterioro de las relaciones con los demás. También se pueden sentir más ansias por comer, beber o consumir algunos fármacos como antidepresivos, ansiolíticos…

Recomendaciones para aprovechar las vacaciones

Cuidado con el calor, porque puede provocar que duermas mal, cansancio, angustia y cambiar el carácter.

Desconecta de portátil, tablet y móvil y dedícate más a descansar y disfrutar. Ni se te ocurra estar pendiente del móvil de trabajo, nadie es insustituible y ya contestarás llamadas y correos a la vuelta de tus vacaciones.

Piensa en tus hijos. Sus vacaciones son más largas que la de los adultos y se pueden sentir aburridos e irritables. Deberíamos planificar su ocio para poder entretenerlos y conseguir momentos de tranquilidad para nosotros.

Duerme bien. Aunque las vacaciones llaman a trasnochar y el calor hace muchas veces que el sueño sea poco reparador, es necesario que descansemos lo necesarios. Pocas veces es tan beneficiosa una siesta como en la temporada estival.

Planifica tus gastos. Tras tanto tiempo encerrados en casa, mucha gente está haciendo lo que se llaman “compras de rencor” como manera para intentar recuperar la autonomía sobre nuestra vida. El dinero no debería ser un problema en vacaciones. No podemos vivir por encima de nuestras posibilidades y más con la incertidumbre que encierra este año la vuelta en septiembre.

Gestiona tu tiempo. No hay que agobiarse pensando en hacer miles de planes, excursiones o visitas a amigos y familia. Mucha gente piensa que “no hacer nada” es una pérdida de tiempo, cuando a veces lo que más necesitamos es disfrutar de un paseo u oler el mar y dejar la mente en blanco. No planifiques tu día para evitar agobios y disfruta de lo que los italianos denominan dolce far niente.

Cuida tu alimentación. Es tiempo de cervezas, paella y helados, pero contrarrestar los excesos con alimentos frescos y ligeros harán que minimices la ansiedad y el estrés.

Fomenta la comunicación. El diálogo es la mejor manera para evitar problemas de convivencia con la pareja y familia. Es recomendable tener paciencia e intentar debatir las cosas. Un gran error es intentar imponer planes, ideas y horarios porque los gustos de cada persona pueden ser muy diferentes, aún dentro del núcleo familiar. ¿La clave?: consenso.

No te exijas de más. El tiempo de vacaciones debe ser un periodo de esparcimiento, no una fuente de estrés. Es mejor desconectarse que intentar hacer un curso intensivo de francés en quince días.

Haz un viaje. Programa aunque sea una excursión de un día cerca de donde vives. Cambiar de aire ayuda a desconectar.

Olvida las prisas, los horarios, el reloj y los “debería”. Los días de descanso hay que disfrutarlos al máximo sin pensar en listas de tareas pendientes.

Haz algo de deporte ya que el ejercicio físico es un buen aliado contra el estrés. No hace falta engañarse pensando que vamos a ir al gimnasio (sería una carga más), un simple paseo puede ser una manera perfecta de liberar toxinas.

Practica tu afición favorita; las vacaciones son el momento ideal para cuidar el jardín, dormir o ir al cine.

Acepta los contratiempos. Para evitar la frustración tenemos que aceptar que podemos disfrutar de nuestro tiempo de ocio sin la obligación de ser felices. Puede que la playa se llene de medusas, haga frío, el hotel no sea de tu agrado… en nuestra vida hay momentos buenos y otros peores y esa clave no desaparece porque te vayas de vacaciones.

Cuídate mucho: los repuntes siguen aumentando. No hay que obsesionarse y quedarse en casa por riesgo a contagiarnos, pero tampoco hay que olvidar que el virus sigue latente y nuestra vida está en juego. Lávate las manos, huye de las multitudes y guarda todas las precauciones posibles.