Tratamientos capilares
Si tienes el cabello dañado, así es el tratamiento reparador que mejora la resistencia y rellena la rotura
Puntas abiertas, sequedad, encrespamiento o rotura: el cabello dañado es uno de los problemas más comunes, y también uno de los más difíciles de revertir
Durante años, el calor ha sido señalado como el principal enemigo del cabello. Plancharlo, secarlo o exponerlo al sol se consideraban agresiones inevitables, responsables de la sequedad, las puntas abiertas o la pérdida de brillo. Pero la cosmética capilar está viviendo un giro interesante: ahora, el mismo calor que antes dañaba, puede ser parte de la reparación.
En los últimos meses, marcas y laboratorios especializados han desarrollado una nueva generación de tratamientos "heat-activated" -productos que utilizan el calor para sellar, reconstruir y fortalecer la fibra capilar-. El objetivo no es maquillar los daños, sino restaurar la estructura interna del cabello desde dentro, usando la temperatura como un catalizador, no como un castigo.
El poder reparador de los tratamientos activados con calor
A diferencia de las mascarillas tradicionales, estos tratamientos funcionan como selladores de la fibra capilar. Su tecnología se activa con la temperatura de secadores o planchas, lo que permite que los ingredientes penetren mejor en la cutícula y fortalezcan el cabello desde el interior.
Uno de los más destacados es el tratamiento reparador sin aclarado ghd Rehab, un producto que utiliza el calor como herramienta para mejorar la resistencia de la fibra, reducir la rotura y sellar las puntas abiertas.
Según la firma, su fórmula ayuda a reducir hasta un 99 % la rotura del cabello y mejora visiblemente el brillo y la suavidad tras el peinado.
Cómo se aplica y cuándo usarlo
El tratamiento está pensado para usarse sobre el cabello húmedo, de medios a puntas, tras eliminar el exceso de agua con una toalla. Después, se recomienda activar el producto con calor, utilizando el secador o la plancha, según el tipo de peinado deseado.
El calor no solo ayuda a que los ingredientes penetren mejor, sino que crea una película protectora alrededor de la fibra capilar, reforzando su estructura interna y evitando futuros daños. Puede aplicarse una o dos veces por semana, o tras cada lavado si el cabello está muy castigado por tintes, exposición solar o herramientas térmicas.
Qué contiene y por qué funciona
Este tipo de fórmulas suelen combinar aminoácidos, proteínas y agentes hidratantes que reparan las zonas más debilitadas del cabello. En el caso de ghd Rehab, su complejo de aminoácidos ha sido diseñado para imitar la composición natural de la queratina, lo que permite rellenar microfisuras y recuperar la textura uniforme de la fibra.
Además, ayuda a mantener el color, reducir la porosidad y controlar el encrespamiento, tres problemas comunes en cabellos dañados o tratados químicamente.
Cuándo evitarlo
Aunque están diseñados para reparar, no todos los cabellos necesitan este tipo de productos con la misma frecuencia. Si el cabello es fino o virgen (no teñido), un uso excesivo de fórmulas activadas por calor puede saturar la fibra o generar peso innecesario. Por eso, los expertos recomiendan ajustar la frecuencia según el nivel de daño y siempre acompañar el tratamiento con un buen protector térmico y un champú reparador suave.
Otros tratamientos similares que refuerzan el cabello dañado
El auge de los productos activados por calor ha impulsado el desarrollo de fórmulas que no solo protegen, sino que reconstruyen la estructura capilar. Entre las más recomendadas por los estilistas se encuentran:
- Olaplex Nº9 Bond Protector Nourishing Hair Serum, un suero ligero con antioxidantes que actúa como escudo térmico y repara los enlaces capilares rotos.
- Kérastase Résistance Ciment Thermique, un tratamiento termoprotector que fortalece la fibra antes del secado y deja el cabello más resistente al calor.
- Living Proof Restore Repair Leave-In, que combina proteínas vegetales y aceites ligeros para restaurar el brillo sin apelmazar.
- L’Oréal Professionnel Absolut Repair Molecular, basado en péptidos y aminoácidos que rellenan el interior de la fibra dañada y sellan la cutícula.
Todos ellos comparten un mismo principio: aprovechar el calor de forma controlada para transformar un agente agresivo en un aliado reparador.