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Los «manolitos» se expanden de Colmenar Viejo a todo el mundo

850 kilos de «manolitos» llegan a producir diariamente sus hornos. El grupo ha facturado más de 3 millones de euros en 2018

Pablo Nuño, CEO de Manolo Bakes, en una de sus tiendas en Madrid
Pablo Nuño, CEO de Manolo Bakes, en una de sus tiendas en Madridlarazon

La empresa de repostería Manolo Bakes planea extenderse por todo el territorio nacional y dar el salto internacional. Con ella, su gama de productos en la que se hallan sus famosos mini croissants.

Pocos son los que lo prueban y no caen en sus redes. Antes de probarlos, algunos los confunden con un simple croissant, pero al degustarlos se dan cuenta de que es un producto totalmente distinto con un sabor incapaz de dejar indiferente a nadie. Son los «manolitos», un mini croissant que ha irrumpido en nuestro día a día con el objetivo de satisfacer sobremanera nuestro paladar. Su creador, Manolo Manzano, el cual regenta una pastelería–son ocho– que lleva su nombre, nunca imaginó que su producto traspasaría las fronteras no sólo de Colmenar Viejo, sino también de España. Para lograr tal hazaña, se llevó a cabo un «rebranding» de la marca y se fundó Manolo Bakes, que ha conseguido exportar la fiebre de los «manolitos» desde Colmenar Viejo a la capital. Actualmente, dispone de tres locales –dos en el centro de Madrid y otro más en Alcobendas– además de la decena de pastelerías artesanales repartidas por la comunidad madrileña –estas son de Pastelerías Manolo–. Pero esto no acaba aquí. La marca tiene previsto en los próximos meses conquistar el resto de España y expandir el negocio a otros países. Pablo Nuño, CEO de Manolo Bakes junto a Ángel Terrés, explicó el ambicioso plan de expansión que tienen entre manos y los secretos mejor guardados de la organización.

Viaje a Estados Unidos

El próximo año 2019 está marcado en rojo en el calendario de la compañía debido a que están programadas un total de 12 aperturas de locales que van a estar distribuidos por todo el territorio nacional. Ciudades como Zaragoza, Málaga, Barcelona o Sevilla serán las afortunadas de poder disfrutar de los mejores «manolitos» del mundo. Además, el próximo 30 de noviembre se inaugura un establecimiento en Madrid que estará situado en la calle Narváez, y antes de final de año otro más en la calle Libreros –Alcalá de Henares– que serán el cuarto y quinto local de la capital. Fuera de España, la empresa tiene propuestas muy avanzadas para afincarse próximamente en Reino Unido y París, y antes del año 2021 establecerse en Italia para después dar el salto a Estados Unidos y, probablemente, a Australia. Para ello cuentan con la ayuda de deportistas de renombre como Álvaro Morata –socio fundador de la marca–, Sergio Busquets o Thiago Alcántara, que popularizan aún más la empresa.

Según Nuño, Manolo Bakes aúna «la pastelería tradicional y las técnicas más vanguardistas, junto a las últimas tendencias pasteleras para crear una marca que establezca diferencias respecto a la competencia». Para ello, han dedicado el máximo empeño a la decoración de los locales y a la confección de una gama de productos elaborados con las mejores materias primas del mercado. Su repostería, por política de empresa, está totalmente libre de aceite de palma o harinas refinadas y su objetivo es elaborar un producto difícilmente de superar en cuanto a calidad y sabor se refiere.

Siempre es recomendable acompañar un dulce con un buen café. En Manolo Bakes lo saben y, por lo tanto, le han dedicado mucha atención a su elaboración para que esté a la altura del resto de la gama de productos. Para lograrlo, utilizan un café cien por cien arábico que está libre de fertilizantes y productos químicos durante su proceso de cultivo. La leche es totalmente fresca, lo que aumenta su dulzor y permite incluso prescindir del uso del azúcar. «Tenemos uno de los mejores cafés de Madrid», aseguró Nuño.

El éxito de Manolo Bakes salta a la vista; basta con tan sólo comprobar algunos datos arrojados por su CEO. En el momento que se abrió el proceso de selección para crear una franquicia, se recibieron más de 200 solicitudes en poco más de un mes. A nivel de producción, los hornos de la compañía llegan a vender más de 850 kilos de «manolitos» diarios los fines de semana. Por otra parte, los salados están limitados a 500 unidades por tienda, pero la compañía va a estudiar aumentar ese número debido a que se agotan a las pocas horas. Otros postres como la palmera de chocolate o las «lolitas» también tienen unos ratios de venta muy altos. Todos estos números permiten a la marca haber obtenido una facturación de tres millones de euros en lo que llevamos de 2018. Nuño aseguró que no tienen previsto masificarse y abrir franquicias en cada rincón de España. «No vamos a correr el mínimo riesgo que comprometa a cualquier proceso de producción que actualmente garantiza la calidad del producto», aseveró. El «target» al que va dirigido es muy genérico, la línea de productos está dirigida a todo aquel que quiera degustar un buen dulce sin importar su edad. «Nosotros no buscamos clientes, buscamos amigos», afirmó Nuño.

No sólo las familias disfrutan de sus postres, cada vez es más habitual ver manolitos en las oficinas que endulzan una dura jornada laboral. Además, la compañía colabora con la empresa de reparto Glovo, lo que ayuda a que su género se globalice. De hecho, Manolo Bakes es la segunda compañía que más pedidos demanda en Glovo, sólo por detrás de McDonald’s. «El dulce siempre va a estar presente, lo importante es realizar una gastronomía responsable», aseguró Nuño.

Para abarcar a todo tipo de público, la entidad tiene previsto lanzar el próximo mes de diciembre una línea específica de salado que contenga ingredientes veganos y frutas naturales disponibles en varias recetas. Manolo Bakes es más que una máquina perfectamente engrasada de hacer «manolitos» y todo tipo de repostería. Su alto grado de responsabilidad social y medioambiental la convierte en una de las compañías más pioneras respecto a estas obligaciones que hoy en día son ineludibles para cualquier gran empresa. La entidad pastelera dona todo el excedente de alimentos a comedores sociales y prevé aumentar su plantilla contratando a más personas con discapacidad de las que actualmente dispone.