Restaurantes
La Villa: Desde unas alcachofas rellenas de langostinos a un excelente arroz
Coger carretera y manta para saborear la provincia de Castellón es apetecible. Además de kilómetros de playas y de preciosas y tranquilas calas, posee una despensa que merece la pena probar, ya sean sus pescados, mariscos, productos de la huerta como, sobre todo, los arroces. Tomen nota de los platos más emblemáticos: desde la alcachofas de Benicarló rellenas con langostinos de Vinaroz, el ximo de Castellón, un rebozado con atún, huevo y tomates con una forma parecida a la de un bocadillo o de una torrija y el «Pá-nolí», una tarta elaborada con harina, limón, anís, aceite, cabello de ángel y confitura de boniato. La olla de Castellón, sin embargo, lo mejor es dejarla para el otoño. Nuestro destino es Alcocéber, donde se encuentra el restaurante La Villa, que cuenta con un «chill out» donde el objetivo es hacerse con una mesa para contemplar la puesta del sol gin tonic en mano. Pero ese es el plan tras disfrutar de un almuerzo con vistas a la playa. Además de tapas y raciones (pulpo braseado con cremoso de patata), ofrecen el menú especial de arroz (23,50 euros), disponible entre semana para un mínimo de dos personas, que cuenta con varios entrantes a compartir. Entre ellos, los mejillones al vapor o a la marinera y los buñuelos con bacalao, tomate y ajoaceite cítrico. Como arroces, se puede elegir entre el compuesto por bacalao, garbanzos y ajos tiernos, el meloso de pollo y caracoles y la fideuá de chipirones y gambitas.
LO MEJOR
Está situado en primera línea de playa
LO PEOR
No haberlo conocido mucho antes
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