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Moda

Naomi Campbell repite un Galliano icónico casi 30 años después… y parece recién salido de pasarela

En los Premios Bambi 2025, celebrados en Múnich, Naomi Campbell rescató de su archivo el slip dress blanco de John Galliano que ella misma estrenó en pasarela en 1996. Un gesto que reivindica la vigencia de los 90 y la fuerza de una pieza bien construida

Naomi Campbell repite un Galliano icónico casi 30 años después… y parece recién salido de pasarela @naomi

Naomi fue una de las grandes protagonistas de la gala, donde presentó un premio a Heidi Klum. Su aparición eclipsó el photocall por una razón clara: volvió a llevar un Galliano primavera-verano 1996, exactamente el mismo que desfiló hace casi tres décadas. El vestido conserva un escote asimétrico sostenido por tirantes distintos (uno metálico en cadena y otro en el propio tejido), detalles que definieron la sensualidad cerebral del diseñador en aquellos años.

El estilismo reforzó la lectura monocromática: salones blancos de punta afilada con superposición de encaje que armonizan con el vestido y afinan la silueta, además de una flor blanca en el cabello como guiño sutil a la imagen original de los 90. Algunas pulseras y anillos completaron un conjunto limpio, sin estridencias, que parecía recién salido de pasarela pese al tiempo transcurrido.

Más allá del impacto visual, la elección subraya una idea cada vez más presente en la alfombra roja: el archivo no es nostalgia, es presente. Cuando una prenda nace con estructura, concepto y carácter, atraviesa modas sin perder lenguaje. En el cuerpo de Campbell, aquel Galliano volvió a leerse contemporáneo, casi inevitable.

Galliano y el poder del archivo

Reactivar un diseño de John Galliano de 1996 implica algo más que un guiño a la historia: es una declaración sobre cómo se construye la permanencia en moda. En su etapa noventera, Galliano perfeccionó un vocabulario que mezclaba romanticismo y riesgo técnico -asimetrías inteligentes, cortes al bies, tirantes desparejados- para que el vestido flotara sin perder estructura. Ese enfoque, sumado a un tejido ligero con labor calada, explica por qué el diseño de Naomi funciona hoy con la misma claridad que entonces.

El archivo se convierte así en herramienta de estilo y de discurso: reduce lo efímero, pone en valor la artesanía y demuestra que una pieza con idea puede recontextualizarse con mínimos ajustes (unos salones a juego, una flor, un brillo medido) sin parecer disfraz. Treinta años después, el Galliano y su intérprete cuentan la misma verdad: la moda que importa no caduca, se reencuentra.