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Salud

Rubén García, entrenador personal y nutricionista, tiene el secreto para elegir el mejor aguacate: "Me lo enseñó un mexicano"

Más allá del color o de la clásica prueba de presionar la piel, el truco definitivo para encontrar el aguacate perfecto reside en un pequeño gesto que revela al instante si está listo para consumir

Aguacate Dreamstime

La elección de un aguacate se ha convertido para muchos en una auténtica lotería, una apuesta en la frutería que a menudo termina en decepción culinaria. Abrir la pieza en casa y encontrarla dura como una piedra o, en el extremo opuesto, con una pulpa parduzca y fibrosa, es una experiencia demasiado común. Sin embargo, existen métodos casi infalibles para acertar siempre, técnicas sencillas que transforman la compra de esta fruta en una ciencia exacta y no en un juego de azar. Además, al seleccionar correctamente garantizamos no solo el sabor, sino también el aporte de superalimentos que benefician nuestra salud y bienestar general.

En primer lugar, el filtro inicial es visual y táctil. Hay que buscar un aguacate de un color verde oscuro y uniforme, huyendo de los tonos más brillantes e intensos, que suelen delatar una falta evidente de madurez. Un tono apagado suele ser un buen indicio de que los aceites de la fruta han comenzado a desarrollarse, lo cual es fundamental para obtener la cremosidad deseada. Asegurarse de su punto óptimo no solo mejora la experiencia gastronómica, sino que también garantiza la máxima concentración de vitaminas, esenciales para mantener una rutina de belleza integral y el bienestar del cuerpo.

Además, una vez seleccionado por su apariencia, se debe coger la pieza con la palma de la mano y ejercer una presión muy suave. El punto perfecto se alcanza cuando la piel cede ligeramente, sin llegar a hundirse ni a sentirse blanda o pastosa. Si no cede en absoluto, todavía le faltan varios días para poder ser consumido; si, por el contrario, los dedos dejan una marca, es probable que ya esté pasado.

La clave está en el pedúnculo

De hecho, la prueba de fuego, el truco definitivo que desvela el estado real de la pulpa sin necesidad de abrirlo, reside en un pequeño detalle, tal y como nos muestra @RvbenGarcia en Tiktok: el rabito o pedúnculo. Si este pequeño tallo en la parte superior se retira con facilidad, es una excelente señal. Una vez quitado, el color del hueco que deja es el indicador clave del interior. Si muestra un tono verde-amarillento y fresco, el aguacate está en su momento óptimo de consumo, listo para disfrutar. Este nivel de atención al detalle para elegir los mejores productos se asemeja a la meticulosidad que celebridades como Brad Pitt aplican en sus propias rutinas de cuidado personal, entendiendo que la calidad y el buen estado son fundamentales en cualquier aspecto del día a día.

Por el contrario, si al intentar retirar el rabito este se resiste o se rompe, significa que la fruta aún no está madura. Pero si al quitarlo el color que aparece es marrón o negruzco, es una señal inequívoca de que está pasado y su interior estará, con toda probabilidad, en mal estado y con hebras oscuras. Esta sencilla comprobación visual es la garantía final antes de llevarse la pieza a casa. La simpleza de la técnica esconde una sabiduría popular que un frutero compartió con una sonrisa cómplice: «Son trucos que me dio un mexicano».

En definitiva, observando el color, aplicando una delicada presión y, sobre todo, realizando la comprobación final del pedúnculo, se destierra el azar de la ecuación. Con la aplicación de estos tres sencillos pasos, la posibilidad de fallar se reduce al mínimo, asegurando así que cada aguacate que entre en la cocina cumpla con las más altas expectativas de cremosidad y sabor que se esperan de él.