«Cercenar» el derecho a la huelga, como confirma el TSJA, «marca de la casa» de la Junta

«Gestiona tiempo, anuncia y publicita, hace consejos de gobierno vacíos y sin músculo que parecen desayunos informativos», arrojó ayer en el Parlamento a la presidenta de la Junta, Susana Díaz, el coordinador general de IULV-CA, Antonio Maíllo, quien sintetizó en tres los principios inspiradores de lo hecho en esta legislatura: «El de propaganda, el de quejío y el de incompetencia». Maíllo puso ejemplos «marca de la casa» entre los que incluyó que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) haya condenado al Gobierno regional «por cercenar el derecho de huelga». En ese sentido, LA RAZÓN adelantó que el Alto Tribunal autonómico estimó un recurso interpuesto por una federación de CGT-A contra una Resolución de la Dirección General de Relaciones Laborales, Seguridad Social y Salud Laboral de la Junta que garantizó el mantenimiento del servicio prestado por las empresas encargadas de la gestión telefónica o la teleoperación de emergencias 112 Andalucía. A ello se añade ahora otro fallo del TSJA que, estimando parcialmente otro recurso de CGT, anula la Orden de 5 de marzo de 2018, por la que se protegió la marcha del servicio sanitario, público y privado, mediante la fijación de unos servicios mínimos para la huelga del 8M, cuyo concepto «desaparece», avisa el tribunal», «al ser absorbido por el de servicio ordinario o normal». A otra «absorción» se refirió Díaz en su turno de palabra, a la de IU por Podemos. Reprochó a Maíllo su tono «de campaña, como si estuviera debatiendo por ser el cabeza de cartel» cuando aquélla «se culmine».