Starlite: Bajo las estrellas de Marbella

Starlite relanza el idílico paraíso de la «jet set». Más de 40 conciertos este verano en un festival capaz de hacer coincidir a Elton John, Andrea Bocelli, Ramazzotti o Anastacia.

Marbella recupera su esplendor. La crisis acabó con aquella época dorada de lujo y ostentación. La corrupción urbanística apagó la gran joya de la Costa del Sol, que ahora renace. Desde 2012, el festival «Starlite» contribuye cada vez con más fuerza a que así sea. Un proyecto que derrocha ambición. Más 40 conciertos este verano –entre el 13 de julio y el 26 de agosto– con una «potente» programación que pretende ir más allá de un simple espectáculo musical. «Una experiencia mágica» para el espectador y también para el artista. Alejandro Sanz, un habitual, lo define como «un vicio, una adicción». Un reducido anfiteatro de roca al aire libre en la cantera de Nagüeles, con una acústica única, una cercanía inusual y las mejores atenciones, merchandising, gastronomía... Todo especial y todo medido al detalle para que la visita se convierta en «uno de esos momentos únicos que queda grabado en la memoria».

Así lo atestigua Sandra García-Sanjuán (Santa Cruz de Tenerife, 1972), la creadora del proyecto. Aún derrocha energía y vitalidad después de haberle dedicado seis años de su vida. «Starlite es como un hijo del que estás orgulloso y ha tomado vuelo. Tiene personalidad propia y una identidad muy reconocida», explica con la satisfacción que da ver cumplido un sueño. «Soy de las que pienso que hay que apuntar a la luna para llegar a las estrellas. Nos hemos dejado la piel –habla en plural porque, junto a su marido, Ignacio Maluquer, forman un equipo indivisible– y hoy Starlite es una marca de prestigio reconocida en el mundo entero». Acostumbrada a pensar a lo grande, hoy recoge los frutos a un gran trabajo sembrado. «Nos hemos dejado la piel», admite. Y Marbella se beneficia de ello. Al impacto mediático, turístico y cultural que supondrá este año ver pasar a artistas de la talla de Elton John, Andrea Bocelli, Anastacia, Eros Ramazzotti y un largo etcétera se une la creación de casi 800 empleos directos e indirectos durante dos meses.

Un enfoque diferente para «vivir una experiencia» distinta, alejada del clásico concierto juvenil. «Un festival boutique» para el que García-Sanjuán partía con un ligera ventaja. «Mi gran activo es que llevo más de 25 años trabajando con artistas de primer nivel –labor de booker–-. Me preguntan siempre cómo consigo hacer un papel tan potente, pero para mí eso es lo fácil, lo realmente complicado viene después con el montaje, la producción...». La edición 2017, «la más ambiciosa de todas», dobla el número de galas. La idea inicial consistía hace seis años invitar a trece artistas para apoyar con celebrities una gran gala benéfica con el menor coste posible. El éxito «nos hizo volar alto, como la canción de Julio Iglesias», y apostar por una fórmula basada en ofrecer todos los detalles imaginables al cliente. «Creemos que la experiencia sensorial de un concierto tiene mucho que ver también con la gastronomía y ofrecemos una experiencia gourmet». Espacios premium que acaban siendo claves en un modelo capaz de alcanzar el caché de grandes estrellas mundiales que cambian estadios repletos de fútbol por un aforo de apenas 3.000 butacas.

«Starlite es mi motivación diaria», presume Sandra, orgullosa de la «gran familia» en la que se ha convertido la empresa. «Y eso no tiene precio», recalca. Tampoco lo tiene «ver la felicidad de un público entregado» que supone «un chute de energía, no hay nada más gratificante».

Este año, además, pretenden dar más visibilidad al segundo escenario, la «zona sessions», habitual de DJ’s, y que esta edición compartirán artistas de tirón más juvenil como Morat, Dvicio, Juan Magán... En el auditorio principal estará Elton John, «una de las espinitas que tenía clavada, que por fin viene este año», afirma García-Sanjuán, pletórica cuando repasa la nómina de artistas. «Me llena de satisfacción que nos consideren tanto. Eros Ramazzotti, por ejemplo, nos ha elegido para dar su único concierto este verano, que Bocelli quiera estar en Starlite es un lujo».

La marca Starlite se asentó en solo tres años y logró dar el salto a México, con presencia hoy en gran parte de Latinoamérica. «No hemos tocado techo, vamos a evolucionar en la expansión internacional a Miami, Dubai, Moscú... Queremos seguir siendo un punto de encuentros de grandes estrellas internacionales de la música, pero también de la moda y el cine».

Starlite Marbella no sería lo mismo sin Antonio Banderas. «Su involucración con nosotros es brutal. Arrancamos juntos en la gran gala, como anfitrión, y juega un papel fundamental, es el alma de la gala y nuestra mejor embajador, como lo es de Málaga y de España en general. Es una persona auténtica, entregada y contar con él como compañero de viaje en el proyecto social de nuestra fundación hace que todo tenga más sentido», recuerda Sandra García-Sanjuán.