Política

Castilla y León

Amilivia pide otro modelo de financiación autonómica pero niega dependencia financiera

El presidente del Consejo de Cuentas da cuenta en las Cortes de los seis informes de fiscalización pendientes

Mario Amilivia conversa con el socialista Juan Luis Cepa, antes de comparecer en las Cortes
Mario Amilivia conversa con el socialista Juan Luis Cepa, antes de comparecer en las Corteslarazon

El presidente del Consejo de Cuentas de Castilla y León, Mario Amilivia, compareció ayer otra vez en las Cortes para dar cuenta de los seis informes sobre fiscalizaciones aprobados el pasado año que estaban pendientes de presentación y debate parlamentario.

Entre ellos se encontraba el referente a la situación económica y financiera de las entidades del sector público de la Comunidad en 2016, que fue el que más debate y polémica suscitó entre sus señorías durante la comisión. Un informe en el que, entre otras cosas, se revela que el gasto presupuestario ascendió a 9.981 millones de euros ese año y que en el citado periodo las obligaciones por operaciones financieras (889 millones ese año) crecieron un 75 por ciento superando desde 2014 a las operaciones de capital.

El estudio, además, refleja un aumento de la dependencia de las entidades de créditos de la emisión de deuda para obtener financiación, hasta ocupar tres cuartas partes de la totalidad de recursos financieros y situando la deuda por habitante en los 5.710 euros en 2016.

Mario Amilivia advertía de que el pago de la deuda se está comiendo poco a poco a la inversión pública y que existe un crecimiento exponencial del gasto corriente. Si bien, negaba que la autonomía financiera de la Región esté comprometida, pero urgía al futuro Gobierno resultante del 28 de abril a aprobar un nuevo modelo de financiación autonómica. «Hoy es más necesario que nunca», decía. Entre los procuradores que intervinieron, el más crítico era el de Podemos, Félix Díez, quien reprochaba a la Junta que decidiera acudir a los mercados para financiarse en lugar de hacerlo al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) como hicieron otras regiones, «que ahora están mejor económicamente que nosotros».