El PSOE pone el grito en el cielo por el «vaciado» de la hucha de las pensiones

Los socialistas de Castilla y León dicen estar preocupados por el futuro de los 600.000 pensionistas de la Comunidad y acusan a los populares de estar detrás del «vaciado» que está sufriendo la hucha de las pensiones en los últimos siete años «devastadores» de Gobierno de Rajoy, así como de «haber reventado» el Pacto de Toledo.

La secretaria de Organización del PSOE autonómico, Ana Sánchez, advertía ayer la «pérdida» de poder adquisitivo de los jubilados debido al cambio regulador del sistema, denunciaba una merma de 122 millones de euros para los pensionistas de nuestra Región el pasado año por este motivo -ocho millones al mes en catorce pagas-.

«El país está dañado en la política pero también en las personas, que cada vez viven peor», señalaba Sánchez, mientras explicaba que si las pensiones estuviesen vinculadas al PIB como antes, los pensionistas castellanos y leoneses hubieran ingresado en 2017 más de nueve millones de euros al mes.

«Con solo este dato se demuestra el desmantelamiento que está haciendo el PP del sistema público de pensiones», apuntaba la dirigente socialista, que acusaba también al Gobierno de «mentiroso» y «falaz» así como de estar «generando incertidumbre» entre los jubilados, y reivindicaba la apuesta del PSOE por una reforma del sistema «sólida» y que perdure el tiempo. Las pensiones y su futuro es uno de los temas que estará hoy encima de la mesa en León, durante el encuentro que mantendrá el secretario general del partido del puño y la rosa, Pedro Sánchez, con militantes y simpatizantes de la provincia leonesa.

Un acto que se enmarca en la agenda social que el líder socialista ha organizado para este año bajo el formato de asambleas abiertas, y que le llevará por toda España para escuchar a los ciudadanos y defender su posición en todos los asuntos de índole social.

Sánchez explicará a los socialistas leoneses su última medida para sufragar las pensiones, que pasa por crear dos nuevo tributos a la banca, uno a través de un recargo del 8 por ciento en el Impuesto de Sociedades, y otro que grave las transacciones financieras.