España

Indecencia

La Razón
La RazónLa Razón

Falta de respeto a las normas morales socialmente establecidas, a la justicia, a la verdad y al honor. He oído decir a un político catalán de cuyo nombre no quiero acordarme, que es una indecencia espiar a los políticos. Lo que es una indecencia es lo que hacen algunos faltando a la verdad y al honor.

A mí no me importa que me espíen, no tengo nada que ocultar. ¿Qué es lo que realmente les molesta de ese espionaje? ¿Acaso ocultan alguna bolsa de basura que esté llena, y no precisamente de desperdicios?

Pero como suele ocurrir en España, los únicos detenidos hasta el momento son los que espían, o investigan. No interesa que el resto de ciudadanos estemos al tanto de sus trapicheos.

Es una indecencia que un partido se haga con la alcaldía con el voto de un acosador, claro que sí.

¿Pero no es una indecencia que algunos políticos sigan gobernando sabiendo que son corruptos? ¡Ah!, que eso hay que demostrarlo. ¿Y cómo se demuestra si no se puede investigar?

¿Cuántos políticos corruptos hay en la cárcel? Lo peor de todo esto es que nos acostumbremos a convivir con esta indecencia. Ellos saben que con el tiempo el ruido se irá atenuando y esta sociedad abotargada y anestesiada lo olvidará. Aunque estos indecentes cada vez lo tienen más difícil para salirse con la suya, porque según la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la corrupción es el segundo problema de los españoles. Va siendo hora de despertar ante tanta indecencia.

Somos más de dos los que pensamos así.