Crisis económica

Cáritas y Cruz Roja alertan sobre el auge de niños pobres malnutridos

En la imagen, una campaña benéfica para niños organizada por Cáritas
En la imagen, una campaña benéfica para niños organizada por Cáritaslarazon

Sigue la polémica con los niños desnutridos en Cataluña, después de que la pasada semana la conselleria de Salud reconociera que pueden haber 660 de ellos.

Dos entidades tan importantes como Cruz Roja y Cáritas constatan que en Catalunya hay niños con falta de nutrientes por la pobreza de sus familias, que no pueden garantizarles una comida adecuada, y también censuran que este fenómeno se utilize políticamente.

En declaraciones a Ep, el coordinador de Cruz Roja de Cataluña, Enric Morist, evitó catalogar de «malnutridos» o «desnutridos» a los niños con este problema que amenaza la salud de los más pequeños. «Lo que importa es que hay miles de niños pobres que no comen adecuadamente. La guerra de las etiquetas y los números no puede esconder el problema real», comentó.

Sin ingresos

Cruz Roja recordó que en Cataluñaa hay 186.000 familias sin ingresos que «no pueden comprar comida para sus hijos y los que tienen un poco de dinero y lo hacen no pueden costear comida variada y nutritiva». Las entidades sociales son esenciales para combatirlo, teniendo en cuenta que ofrecen alimentos a las personas sin recursos y garantizan que los más pequeños no pasen hambre en sus casas, además de costear las becas comedor de los niños.

«La administración está desbordada y la cronificación de la pobreza es cada vez más grave», según Morist, que reitera que en Cataluña no hay hambre pero sí problemas nutricionales.

Además, urgió al Govern a «atacar desde todos los puntos» la pobreza infantil, y aseguró que el refuerzo de las becas comedor no basta, teniendo en cuenta que lo realmente necesario es dotar a las familias de recursos económicos.

La presidenta de Càritas en Cataluña, Carme Borbonès, coincidió con Morist en la necesidad de evitar una guerra de cifras, y destacó que las entidades sociales «hace mucho tiempo» que combaten la pobreza de las familias y los problemas nutricionales de sus hijos.

También en declaraciones a Ep, Borbonès destacó que en Cataluña siempre ha habido un 16 por ciento de pobreza estructural, incluso en época de bonanza. «La malnutrición no es algo nuevo, pero sí lo es la nueva pobreza y los hábitos alimentarios de las familias, que agudizan la situación», denunció Borbonès.

«Poder educar bien a las familias para que tengan cuidado de la nutrición de sus hijos, aunque sea con pocos recursos, es algo que nos preocupa mucho», dijo la responsable de Càritas Cataluña, que admitió que la pobreza afecta cada vez a más personas.

Lamentó que «más personas de las que se puede imaginar no tienen ni nevera ni fogones», así que lo primero que se debe hacer es garantizar que todas las familias tengan las condiciones necesarias para conservar alimentos y cocinarlos.

Una vez logrado esto, se debe apostar por la educación nutricional porque «no se puede dar siempre bollería y comida prefabricada a los niños», precisa Borbonès, y considera que los alimentos precocinados son más caros que los naturales.

«Cuando faltan recursos para acceder a este tipo de alimentos y se debe usar comida más austera, algunos no tienen hábitos adquiridos, como el de hacer una tortilla francesa», manifestó.

Críticas del Síndic

Por su parte, el Síndic de Greuges, Rafael Ribó, celebró la medida anunciada por la consellera de Enseñanza, Irene Rigau, sobre el pago íntegro de la beca comedor a 3.000 alumnos en situación de extrema severidad alimentaria por la crisis, pero descartó que esta actuación sea la solución «principal».

El Síndic celebró la actuación de Rigau, a sabiendas de que «cualquier medida para combatir el problema es bienvenida, pero la carga de la desnutrición infantil no puede recaer solo en las espaldas en la conselleria».