Acoso sexual

El Govern no sospechó del pederasta de Lleida tras someterlo a 34 controles

En la imagen, la consellera de Bienestar Social, Neus Munté, ayer en su rueda de Premsa sobre el supuesto pederasta de Leida
En la imagen, la consellera de Bienestar Social, Neus Munté, ayer en su rueda de Premsa sobre el supuesto pederasta de Leidalarazon

El caso del educador social de Lleida, David Donet, detenido en junio y acusado de pornografía infantil y abusos sexuales ha puesto en entredicho la labor del departamento de Bienestar Social y Familia, en tanto que ha tenido en acogida a diversos menores . La responsable de esta conselleria, Neus Munté, admitió ayer que desde 1997 se han realizado 34 controles a Donet, y que en ninguno de ellos se detectaron anomalías. Estas visitas se realizan por profesionales del departamento.

«El sistema funciona porque durante los 16 años en los que llevamos en marcha estos programas se ha dado acogida a multitud de niños –995 este último año– y sólo se han detectado indicios de riesgo en tres casos, y ninguno de ellos relacionado con abusos sexuales», añadió la consellera, antes de añadir que «estamos en tensión permanente pero el riesgo cero no existe».

Fallos en el sistema

En el caso concreto de este presunto pederasta, que desde 1997 había acogido a catorce menores, llegando incluso a tener hasta ocho niños de forma simultánea, la consellera reconoció que no se detectaron indicios de ninguna anomalía en la acogida y de ser así «hubiéramos intervenido inmediatamente». Estos hechos ponen en tela de juicio el sistema de acogida catalán, que se somete estos días a un profundo análisis. «Estamos elaborando un expediente informativo interno y hemos solicitado otro a la entidad que se encargaba de la búsqueda de familias de acogida y del seguimiento. Ambos nos han de dar a conocer si podría haber fallado algún mecanismo, ya sea desde el inicio como durante el seguimiento», explicó Munté, quien por el momento descartó la posibilidad de hablar de «error». «Si lo detectamos se depurarán las responsabilidades y los asumiremos, pero a día de hoy no tengo constancia de ningún error», dijo, pese a dmitir los fallos en los controles sobre el detenido.

En cualquier caso, por el momento el objetivo es analizar lo que ha sucedido para tomar las medidas necesarias e introducir los cambios oportunos para que «no exista ninguna grieta por la que se pueda colar en el sistema de acogida de menores determinadas personas». «Estamos realizando una revisión crítica y en el caso de ser necesario, tendremos propuestas de mejora», indicó Munté, quien avanzó que antes de este suceso «ya nos planteábamos introducir cambios en el proceso de aceptación de las familias acogedoras».

A día de hoy, la Generalitat trabaja con entidades que se encargan de buscar a las familias acogedoras, así como de formarlas e informarlas. Para ello, se realizan una serie de entrevistas con la posible familia de acogida, que al iniciar los trámites debe presentar un certificado médico de salud física y mental y un certificado de antecedentes penales. En estas entrevistas se valora la estabilidad emocional, la situación económica y social, la capacidad de educación y adaptación a las nuevas circunstancias, la comprensión de una posible temporalidad de la acogida, la posibilidad de dedicación a los niños y la existencia de un entorno familiar directo que pueda prestar su apoyo.