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Escuela de flamenco

El Palau de la Música acoge el montaje «Flamenkids.cat» que introduce a las familias en las raíces del género

La producción. La cantaora Rosalía Vila en la espectacular «Nana» de Manuel de Falla
La producción. La cantaora Rosalía Vila en la espectacular «Nana» de Manuel de Fallalarazon

El Palau de la Música acoge el montaje «Flamenkids.cat» que introduce a las familias en las raíces del género

«¡El sueñoo va sobre el tieeeempo flotaaando como un veleeero, flotaaando como un veleero...Nadieee puede abrir semiiiillas en el cooorazón del sueño, en el cooorazón del sueeño!». Que un niño de seis años se siente en el suelo y pueda escuchar «La leyenda del tiempo» de Camarón de la Isla, en directo, a escasos metro y medio, es algo que demuestra que el progreso existe, que en ciertas cosas vamos por el camino correcto. ¡Eso no ocurría antes! Camarón lo descubrías cuando ya eras un palo confundido de 20 años y buscabas emociones nuevas. El potencial de estos niños puede ser tremendo.

El Palau de la Música, con el Festival Ciutat Flamenco, presenta este domingo, después de unos días de funciones escolares, el espectáculo «Flamenkids.cat» que quiere ser una primera introducción en el flamenco, rompiendo tópicos y acercándoles todo su duende. «Queremos aproximar a los más pequeños, y a los adultos que los acompañen, a una música fascinante, con un concierto dinámico, que entra directo en vena», comenta Gemma Canadell, directora de los servicios educativos del Palau de la Música, que lleva dos años configurando este montaje.

El concierto, con gran dosis de poesía y teatralidad, hace un viaje por los palos y las claves del flamenco. Los pequeños escucharán soleas, bulerías, martinetes, alegrías, guajiras, a la vez que verán las palmas, las castañuelas, los manteles, el cajón, la guitarra o el zapateao. Además, para romper tópicos, también se han incluído canciones tradicionales catalanas como «El noi de la mare» o «A la vora del mar», que sin necesidad de aflamencarlas en exceso demuestran las similitudes entre diferentes géneros. Lo mismo ocurre con la clásica. «Hemos incluído composiciones de Falla, Tàrrega, Granados o Mompou, que demuestran cómo les influyó el flamenco y así los niños se den cuenta de la diversidad brutal que hay en este tipo de música», señala Canadell.

Aunque lo que domina son los grandes clásicos, hasta el punto que se puede seguir el concierto como un «greatest hits» del género. Desde «Entre dos aguas», del añorado Paco de Lucía, al ya mencionado «La leyenda del tiempo», «Zorongo», «Ojos verdes», «El garrotin», «Alegrías de Cádiz» o un espectacular fin de fiesta con «Barcelona tiene poder», de Peret, una gran avalancha de entusiasmo que demuestra que la rumba catalana es un imán para los niños. Si Hamelín quiere que los niños le sigan, nada de flautín, guitarra y «Gitana hechicera marabuuu, hechiceeera gitaana maraaabu».

Los artistas que lo hacen posible son el cantaor Pere Martínez, la cantaora Rosalía Vila, la bailaora Eli Ayala, y la guitarra de Juan Carlos Gómez, acompañados por Isabel Moreno a la flauta, Miguel Ángel Cordero al contrabajo y David Domínguez en la percusión. «Los fichamos individualmente. Tres de los músicos tocarán este fin de semana en «Bodas de sangre». A la cantaora la descubrí en un concierto, por ejemplo y la flauta venía del mundo clásico, pero vi que podía ser el nexo de unión entre los dos mundos», dice Canadell. «Ole, venga, guapa, ole» y todos a hacer palmas, porque lo merecen.