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La CUP también lleva la tensión con JxSí y con Jané a la Diputación de Barcelona

Los anticapitalistas piden el cese del conseller en una moción en el plenario, donde vuelven a romper una foto del Rey

La diputada de la CUP en la Diputación, María Rovira, reprodujo la escena de sus compañeros en el Parlament al romper una foto del Rey Felipe VI
La diputada de la CUP en la Diputación, María Rovira, reprodujo la escena de sus compañeros en el Parlament al romper una foto del Rey Felipe VIlarazon

Los anticapitalistas piden el cese del conseller en una moción en el plenario, donde vuelven a romper una foto del Rey.

La CUP no parece dispuesta a enterrar fácilmente la detención de los cinco activistas que quemaron fotos del Rey Felipe VI durante la manifestación de la izquierda independentista en la Diada, que ha enturbiado las relaciones con el Govern. Es por eso que ayer trasladó este incidente de ámbito autonómico al pleno de la Diputación de Barcelona, donde presentaron una moción para pedir nuevamente la dimisión del conseller de Interior, Jordi Jané, y donde volvieron a rasgar una imagen del monarca proclamando «no tenemos ni Rey ni miedo».

De esta forma, el ejecutivo de Carles Puigdemont no parece capaz de sofocar el incendio que mantiene con su único socio de gobierno –la CUP–, que está tambaleando la política catalana en un momento decisivo: están en juego los presupuestos, que de no aprobarse se traduciría en un adelanto electoral y frustraría el proceso independentista. Así, pese a que gran parte de la atención mediática se quede en la diputada de la CUP, Maria Rovira, rompiendo una foto del Rey, esto no es más que «un acto simbólico», como se encargan de recordar siempre desde las filas del partido anticapitalista, porque el transfondo de la cuestión iba más allá. Los cuperos estaban redoblando su ofensiva contra el Govern al llevar al plenario de la Diputación debates delicados del ámbito político del Parlament, como es la petición de la dimisión de un conseller que originó una alusión a lospresupuestos.

CiU y ERC –fuerzas que componen Junts pel Sí, que gobierna la Generalitat– trataron de capear la acometida de la CUP apelando a la «unidad» en pro del proceso independentista y señalando al Estado como único adversario. Pero los anticapitalistas, lejos de caer en esta disculpa de las dos fuerzas del Govern, recurrieron a las cuentas para recordar cuál es el verdadero adversario al que señalan ellos: «Son los que no quieren recaudar más de los que más tienen para redistribuir la riqueza y combatir la pobreza». Una directa alusión al gobierno catalán, que rechaza subir el IRPF a las rentas más altas, petición de los cuperos.

La moción de la CUP, que incluía cinco puntos –además de la petición de dimisión de Jané, reclamaba condenar la actuación de los Mossos d’Esquadra, solidaridad con los detenidos o declarar que el Pleno no reconoce la autoridad de los tribunales españoles– no prosperó. Solo contó con la abstención de Entesa –Bcomú, ICV y EUiA- que suman siete diputados, y votaron en contra CiU, ERC, PSC, PP y Ciudadanos –41 diputados–.

El diputado del PP Manuel Reyes criticó la «pasividad» de la presidenta de la Diputación, Mercè Conesa, al no «llamar al orden» a Rovira. Conesa pidió que no se «descalifiquen» unos a otros, y el PP denunciará la acción de Rovira a la «fiscalía o donde competa».