Política

Cataluña

Las enfermeras, bajo mínimos: «Cataluña tiene un déficit de 23.000 profesionales»

Piden garantizar por ley un número máximo de pacientes y bajar de 18 a 6-7, la media de la UE.

El 89% de las enfermeras y enfermeros alerta de que las condiciones en las que trabajan han empeorado desde la crisis.
El 89% de las enfermeras y enfermeros alerta de que las condiciones en las que trabajan han empeorado desde la crisis.larazon

Piden garantizar por ley un número máximo de pacientes y bajar de 18 a 6-7, la media de la UE.

Para construir el relato a favor de la independencia, a Artur Mas le gustaba decir que harían de Cataluña la Dinamarca del sur. Pero el discurso creado por los independentistas no tiene nada que ver con la realidad. En vez de avanzar para parecerse a sus vecinos del norte, Mas retrocedió tres pasos cuando cogió las tijeras y recortó partidas para educación y sanidad empujado por la crisis económica y Angela Merkel. Entonces, intentaba excusarse diciendo que «Cataluña es la primera de la clase cuando toca aplicar medidas de austeridad».

Hoy, hay 5.000 enfermeras menos que en 2010 y mientras Dinamarca tiene 16,8 enfermeras por cada mil pacientes, Cataluña tiene 3,84. El sindicato de enfermería, Satse, no aspira a ser Dinamarca, se conforma con tener la cobertura que tiene la Unión Europea de media, 8,8 enfermeras por habitante. Para llegar a esta cifra, calcula que necesita 22.960 enfermeras.

El secretario de Acción Sindical de Satse Cataluña, David Carbajales, matizó que se conformarían con 18.831 profesionales más para llegar a la ratio segura de 6-8 pacientes por enfermera. Actualmente, esta ratio está en 18,3 pacientes. Hay centros como el Hospital de Bellvitge que cumple con esta relación, tienen a un enfermero por cada seis pacientes, mientras que en la Mútua de Terrassa puede llegar a haber un profesional para 20 pacientes.

El Satse ha medido con un estudio el impacto de tener plantillas deficitarias. Y el resultado preocupa. El 72% de los profesionales de la enfermería se siente agotado emocionalmente, un 80% cree que está estresado y el 90% alerta de que las condiciones de trabajo han empeorado en los últimos años. Ante un escenario que pone en peligro la salud de los pacientes –la infradotación de enfermeras en España aumenta un 7% la mortalidad en pacientes hospitalizados (Morales, 2018)–, los profesionales de la enfermería se han plantado. No harán paros, pero lanzan una campaña para hacer llegar una Iniciativa Legislativa Popular al Parlamento con la idea de garantizar por ley un número de pacientes por enfermero. Australia o California cuentan con normativas de este tipo. Necesitan recoger 500.000 firmas, 90.000 en Cataluña.

Creen que así podrán devolver el prestigio a una profesión menospreciada como demuestra el dato que España tiene la ratio más alta de médicos por paciente de la UE (4,95 médicos por paciente) y está a la cola de enfermeros por paciente.

Reclaman una ratio de 6-7 enfermeros por paciente en una planta de hospital, un enfermero por enfermo en la UCI y una enfermera por cada 600 targetas en la atención primaria. Con una normativa, las condiciones mejorarían y volvería a haber interés por estudiar enfermería.

Hoy, se gradúan 740 enfermeras cada año en las escuelas catalanas, insuficiente para cubrir la demanda.