IVA

Y la troika pide más

La Razón
La RazónLa Razón

Los números redondos, es decir con muchos ceros, siempre se presentan como un acontecimiento – todavía recuerdo al turista número 2 millones–, pero en el fondo no son más que el resultado de sumarles una unidad al número anterior. Este mes ha ocurrido lo mismo.

El crecimiento mensual sumado al altísimo dato del paro existente ha dado como resultado que se haya superado la barrera de las 5 millones de personas inscritas en el Servicio Estatal Público de Empleo (SEPE), el antiguo INEM. Con ser eso grave, más preocupante es lo que se oyó al día siguiente: la troika quiera más.

La UE ha mandado el mensaje de que si queremos que nos concedan más tiempo para llevar el déficit público hasta el 3 por ciento que se fijo en Maastricht, deben bajar los sueldos y el valor de las casas, y subir el IVA y el precio de los carburantes.

¿De verdad piensan que evitando que el sector público haga de motor del crecimiento, frenando el consumo de las familias al bajarles los ingresos, creándole más agujeros a los bancos en problemas para que debamos salvarlos poniendo más dinero público y subiendo el precio de los productos básicos y los carburantes, se creara empleo? No, pero parece que tampoco les interesa.

Oí hace unos días en una conferencia que le imputan a Keynes la frase de que: «Una política económica no puede ser correcta si causa un dolor excesivo a quienes la reciben». Eso es lo que pasa ahora. Si no se crea empleo, que es la solución al problema del paro, no se mantendrá la cohesión social, pero de paso el sistema político –el otro salvavidas– saltará por los aires. ¿Qué no lo ven?