Escuela para pequeños genios

Estudiar el propio ADN, hacer crecer poblaciones bacterianas, desarrollar aspirinas, realizar experimentos químicos, sorprenderse con la física, desarrollar videojuegos, diseñar y programar robots o hacer videoconsolas. Las tardes y los fines de semana pueden ser para los niños algo más que deporte. Con esta intención abre su escuela en Valencia la firma Science Fantasy.

«Los niños son los más científicos porque tienen curiosidad por cómo funcionan las cosas y qué tienen dentro. Nosotros les hacemos entender que todo lo que nos rodea es ciencia, es accesible».

Así lo explicó su consejera delegada, Raquel Ibáñez, durante la presentación de un proyecto que cuenta con el apoyo del programa «Lanzadera» que financia el propietario de Mercadona, el empresario Juan Roig.

Esta peculiar escuela de ciencia se divide en tres áreas, la de ciencia, la de tecnología y la de informática. A ellas acuden, de momento, niños de entre ocho y dieciséis años, aunque las previsiones son ampliar las edades a los más pequeños e incluso al cliente adultos, ya que los talleres familiares que se han llevado a cabo hasta al momento están «funcionando muy bien». En familia, explican sus responsables, se puede aprender a fabricar un catalejo, un barco propulsado por agua, robots que dibujan solos o brazos hidráulicos.

Por otra parte, en el aula inteligente, los niños pueden proponer sus proyectos y, si son viables, se les da soporte tecnológico para desarrollarlos. Una impresora 3D y un par de experimentos con cohetes y electricidad han sido los primeros elegidos.

Este es, además, un proyecto a largo plazo. «Cuando esos niños sean mayores pueden desarrollar el mundo que ellos quieren gracias a que saben cómo funciona», resume su consejera delegada.