Economía
La cuarta generación de reciclaje doméstico, los orgánicos
El nuevo plan de residuos prevé instalar un nuevo contenedor que recoja solo restos de alimentos. Europa obliga a mejorar la separación
Valencia- Los envases de plástico y las latas, al contenedor amarillo; el vidrio, al verde; el cartón y el papel, al azul y el resto, al contenedor gris. En este último, en el caso de una familia que separa sus desechos en casa, se mezclan restos orgánicos, cartones o papeles sucios que no son reciclables, trapos de cocina, telas... Son desechos que no tendrán el mismo destino, pero aún así se continúan depositando en el mismo contenedor para ser posteriormente separados en las plantas de tratamiento de residuos.
Se trata de una práctica poco rentable y nada respetuosa con el medio ambiente a las que la legislación europea quiere poner fin. El nuevo Plan Integral de Residuos (PIR) de la Comunitat Valenciana prevé dar solución a este problema con la instalación de nuevos contenedores en los que únicamente habrá que depositar bolsas con restos orgánicos de comida. Estos irán directamente a plantas de compostaje para hacer un compost de mejor calidad que el actual.
Hoy en día, solo el 43 por ciento de lo que se deposita en las bolsas de basura es materia orgánica. El director general de Calidad Ambiental, Vicente Tejedo, explica que es un porcentaje demasiado elevado que hace más complicado y menos seguro el proceso de producción de compost. Por ello, la Generalitat recoge en el PIR la necesidad de mejorar este proceso, aunque lo cierto es que el objetivo no es inmediato, dado que la coyuntura económica impide hacer las inversiones necesarias para ponerlo en marcha. Eso sí, Tejedo afirma que este cuarto reciclaje llegará a «medio plazo».
El consorcio de Castellón 1 ya ha puesto en marcha una iniciativa experimental para recoger desechos urbanos. Ha instalado contenedores de color marrón en lugares donde se produce una gran cantidad de materia orgánica, en mercados y supermercados. Su contenido va directamente a las plantas de compostaje puesto que no llevan «impropios», es decir, plásticos o metales.