Valencia

Los Premios Jaume I se reinventan para reclamar la atención que se les niega

Aprovechan su 30 aniversario para reivindicar más protagonismo y mayor inversión en ciencia

Kike Taberner. El presidente ejecutivo de la Fundación Premios Rey Jaume I, Javier Quesada (dcha), junto al presidente fundador, Santiago Grisolía
Kike Taberner. El presidente ejecutivo de la Fundación Premios Rey Jaume I, Javier Quesada (dcha), junto al presidente fundador, Santiago Grisolíalarazon

Aprovechan su 30 aniversario para reivindicar más protagonismo y mayor inversión en ciencia

Que treinta años no son nada, solo el principio, parecía decir ayer con la mirada el presidente de la Fundación Premios Rei Jaume I, Santiago Grisolía, con 96 años a sus espaldas y un cuaderno lleno de proyectos para un futuro mejor donde la ciencia, y con ella estas galardones, obtenga el reconocimiento que se merece.

Ayer el profesor y el presidente ejecutivo de esta Fundación, Javier Quesada, presentaron el cambio de nombre (a partir de ahora al «conqueridor» se le llamará por su nombre en valenciano) y de imagen. La idea es ofrecer una imagen más actual que deje atrás cualquier asociación a rancia institución y, ya de paso, atraiga a nuevos inversores, que, al fin y al cabo, son los que sustentan estos galardones.

De hecho, para ello la Fundación ha cambiado sus estatutos y ha quitado la restricción del número de patronos, así que ahora, todo aquel que colabore con más de 30.000 euros al año podrá presumir de ser uno de ellos (cuatro nuevas empresas valencianas han entrado recientemente en ese olimpo).

Ayudaría también, apuntó Quesada, contar con un poco más de apoyo por parte de los medios de comunicación públicos, pues, dijo sin decir, que la cobertura mediática por parte de Televisión Española dejaba mucho que desear y está muy lejos de compararse con los archiconocidos Premios Princesas de Asturias. Más optimista está, no obstante, con el papel que jugará À punt, con cuyos responsables ya se ha reunido y que se han comprometido a colaborar en la retransmisión de los actos.

Miel sobre hojuelas sería que la ceremonia de entrega tuviera lugar siempre en la misma fecha - «día arriba, día abajo»- , aunque este punto no depende de ellos, sino de la Casa Real y de la agenda de Sus Majestades.

En defensa de la ciencia

Con motivo de este 30 aniversario, los 140 premiados en las 29 ediciones anteriores suscribirán en esta edición un manifiesto en defensa de la ciencia en España y en el que denunciarán la precariedad que actualmente sufre la investigación.

Otra de las novedades de este año será la celebración de una reunión técnica en la que participarán miembros de la comunidad científica internacional, entre ellos algunos premios Nobel, para abordar los retos de la fundación. ««Queremos que la sociedad conozca los retos de la fundación y más que hablar, escucharemos a los Premios Nobel y a los miembros de la comunidad científica», afirmó Quesada.

El jurado de este año estará compuesto por ochenta personas, de las que dieciocho son Premio Nobel, entre ellos dos que intervienen por primera vez: Edmund S. Phelps, galadornado en 2006 en el ámbito de la Economía, y Joachim Frank, premiado en 2017 en Química.

El «retraso de la sociedad» en materia de paridad

El número de mujeres que optan a recibir uno de los seis premios Jaume I sigue siendo bajo, admitió Quesada, a pesar de que este año participan más, sobre todo en el campo del emprendimiento. «Aún existe un retraso en la sociedad» que impide que la paridad pueda ser efectiva. El jurado se reunirán el 4 y 5 de junio en Valencia para deliberar y elegir a los premiados.