Política

Ciudad Lineal

El descampado y el testimonio de la última víctima cercan al pederasta de Ciudad Lineal

La Policía trabaja por primera vez sobre el escenario de una agresión y con el relato decisivo de la menor no narcotizda. Los agentes de los distritos de la «operación Candy» piden más datos a los investigadores para evitar otro caso

La Policía trabaja por primera vez sobre el escenario de una agresión y con el relato decisivo de la menor no narcotizda
La Policía trabaja por primera vez sobre el escenario de una agresión y con el relato decisivo de la menor no narcotizdalarazon

Llevan investigando el asunto mucho más tiempo porque se sospecha que también está detrás de otro caso de pederastia ocurrido en noviembre en Hermanos García Noblejas con Alcalá, pero desde el pasado 2 de abril, con el episodio de la menor de 9 años raptada en la calle Cidamón para ser agredida sexualmente en un piso de la zona y abandonada después cerca del metro de Canillas, la Policía Nacional busca sin descanso al ya conocido como pederasta de Ciudad Lineal. La investigación está siendo complicada por muchos motivos y el pulso que el individuo está echando a los agentes ya es de órdago. La primera razón por la que no se difunde un retrato robot fiable es porque la descripción que las víctimas han realizado de su agresor no coincide en aspectos importantes. Esto se debe a la edad de las niñas (9 años la agredida en abril, 6 la menor de origen chino secuestrada en junio y 7 años la pequeña agredida el pasado viernes), que al vivir un trauma de semejante magnitud borran algunos detalles de su cabeza y, sobre todo, porque las víctimas han sido adormiladas con narcóticos, por lo que su recuerdo es aún más difuso e impreciso todavía. Si bien es cierto que la última niña, de origen dominicano, no fue drogada y su testimonio sería la gran esperanza para los agentes del Servicio de Atención a la Familia (SAF) de la Brigada Provincial de Policía Judicial. Al menos, su colaboración está siendo mayor que la de las anteriores niñas y la mañana siguiente al suceso ya estaba en el descampado de los hechos realizando una reconstrucción de lo sucedido con estos agentes. De hecho, es la lucidez del testimonio de la menor y los vestigios hallados en el descampado lo que estaría cercando al pederasta.

Otro de los motivos por los que está siendo complicada la identificación del sujeto es porque siempre se ha cuidado de no dejar rastros de su ADN. A las niñas atacadas en abril y en junio las bañó después de agredirlas y, con su última víctima, se cuidó de tomar precauciones para no dejar huella. Aún así, durante la reconstrucción llevada a cabo el sábado los agentes recogieron alguna prueba del descampado, según fuentes policiales.

Tampoco ninguna cámara de seguridad ha captado su imagen. Siempre se ha barajado la hipótesis de que conoce bien la zona –la «operación Candy» se extiende por los distritos de Ciudad Lineal, San Blas y Hortaleza– y que incluso sería en esta área donde tendría el piso franco en el que lleva a cabo sus agresiones. Podría haber vivido aquí, ser trabajador de la zona... en cualquier caso, sabe bien por dónde no pasar con el coche.

Sin embargo, uno de los motivos por los que muchos consideran que la investigación está siendo lenta es por el exceso de celo con el que guardan los datos sobre el caso los agentes de la Brigada de Policía Judicial. El malestar entre otros miembros policiales es considerable, en especial entre los agentes de Seguridad Ciudadana de las comisarías de los tres distritos afectados. «No sabemos nada. No podemos colaborar en la operación porque no sabemos a quién buscan. Lo mismo ha pasado por delante de nuestras narices cien veces. Es una vergüenza», se queja uno de estos policías. Los agentes se muestran indignados porque son ellos los que dan la cara ante el ciudadano. Tanto en Ciudad Lineal como en Hortaleza o San Blas hay alrededor de 150 agentes dedicados a la Seguridad Ciudadana –del GOR (Grupo Operativo de Respuesta) y los famosos «zetas», patrullas de la Brigada–; es decir, casi medio millar de agentes que están continuamente en la calle en la zona de «Candy» y podrían actuar pero no han sido incluidos en la operación. «Cada denuncia de persona sospechosa o comportamiento extraño observado que nos llega hasta la oficina de denuncias –que pueden ser hasta diez diarias–, la remitimos al SAF. Ni siquiera podemos hacer un primer filtro para avanzar trabajo».

El caso está tomando tal calibre que todos quieren colaborar pero la opacidad de los investigadores encargados del caso –para preservar el buen camino de la investigación, pero quizás una postura demasiado laxa en la labor preventiva– se lo impide. El malestar se extiende también entre miembros de la Policía Municipal y la Guardia Civil al contar con muchos efectivos por las calles que podrían reaccionar ante cualquier alarma. Se quejan de que se deberían compartir ciertos datos para atraparle y algunos citaban incluso la que Ley Orgánica 2/1986 de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que establece en su artículo 3 que estos funcionarios «ajustarán su actuación al principio de cooperación recíproca y su coordinación se efectuará a través de los órganos que a tal efecto establece la Ley».

Nueve meses de investigación policial

Noviembre 2013

Origen suramericano

El pederasta se llevó a una niña en la confluencia de García Noblejas con Alcalá pero en esta ocasión no la llevó a ningún piso.

Abril 2014

Española

Tras intentarlo con una japonesa en la calle Torrelaguna lo consiguió con una niña de nueve años en la calle Cidamón.

Junio de 2014

Origen chino

Una pequeña de seis años fue raptada de la calle Luis Ruiz y abandonada, tras la agresión, en calle Jazmín.

Agosto de 2014

Origen dominicano

La menor de siete años desapareció de la calle Torquemada y apareció en un descampado de la calle Mequinenza.