Arquitectura

El Corte Inglés y Lafayette pelearán por las tiendas del Edificio España

El dueño de Baraka y Carmena celebran que en el edificio vaya a recuperar su apariencia original.

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena (2i), acompañada por el responsable de Área de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo (2d), la portavoz y coordinadora de la Junta de Gobierno, Rita Maestre (i), y el presidente del grupo Baraka, Trinitario Casanova (c), a su llegada al Edificio España.
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena (2i), acompañada por el responsable de Área de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo (2d), la portavoz y coordinadora de la Junta de Gobierno, Rita Maestre (i), y el presidente del grupo Baraka, Trinitario Casanova (c), a su llegada al Edificio España.larazon

El dueño de Baraka y Carmena celebran que en el edificio vaya a recuperar su apariencia original.

Manuela Carmena recordó ayer los tiempos en los que, como una «adolescente inquieta», paseaba junto al hotel que albergaba el Edificio España. Este martes, volvió a cruzar la puerta del rascacielos convertida en alcaldesa de la capital para asistir a la recepción ofrecida por el millonario afincado en Murcia Trinitario Casanova. El propietario del grupo Baraka y nuevo dueño del edificio aprovechó el acto para confirmar el inminente comienzo de las obras: la concesión de la primera licencia está prevista para el próximo mes de abril y acto seguido arrancarán los trabajos para transformar esta manzana del distrito en un hotel y un área comercial. Las obras, según avanzó Casanova, tardarán aproximadamente dos años lo que sitúa la posible fecha de apertura a mediados de 2019.

Tras confirmarse que será la marca Riu la que gestione como arrendatario el complejo hotelero, la principal incógnita del proyecto gira en torno a qué empresa se hará cargo de la zona comercial que ocupará el sótano, la planta baja y otras dos alturas más. Casanova dio algunas pistas. Hay muchas ofertas sobre la mesa de Baraka, aseguró en un corrillo con la Prensa: algunas, fundamentalmente relacionadas con el sector textil, se están estudiando y otras ya se han rechazado.

Entre los posibles inquilinos de estos 15.000 metros cuadrados figuran dos gigantes del sector como El Corte Inglés y las Galeries Lafayette de Francia. «Se han interesado en gestionar este espacio pero nosotros no tenemos prisa porque hasta dentro de dos años no se firmará el alquiler», aseguró el empresario.

Grandes firmas

No hay fechas ni plazos, únicamente la exigencia de que el hotel y el área comercial se inauguren al mismo tiempo. Sea quien sea finalmente el que se haga con este codiciado espacio, la previsión es que esté integrado por boutiques des marcas como Chanel, Tous o Gucci.

Respecto al hotel del que se hará cargo Riu, Casanova se limitó a dar algunas pinceladas del proyecto: tendrá restaurantes temáticos y un «sky bar» en la azotea, que contará también con una piscina, aunque ésta será más pequeña de la que existe en la actualidad con el objetivo de dedicar mayor espacio para las mesas y la zona desde la que contemplar la Plaza de España. Los huéspedes del hotel podrán disfrutar de otra piscina, ésta más grande que la de la terraza, en la planta 16. En la planta -2, se habilitará el aparcamiento para los clientes del hotel.

Que los diferentes usos que tendrá el inmueble convivan sin interferencias es una de las obsesiones de Casanova. Por este motivo, se establecerán distintas entradas. La puerta principal, situada en el centro de la fachada que da a la Plaza de España será para acceder al hotel, cuyas 700 habitaciones se repartirán a partir de la tercera planta. El «hall» del hotel ganará metros. Para los madrileños y turistas que acudan hasta ese punto de la ciudad para comprar, podrán acceder desde las esquinas de Gran Vía y Princesa. Los asistentes a congresos, por su parte, dispondrán de una entrada lateral.

Lo primero, la fachada

La licencia que dará el pistoletazo de salida a las obras llegará en abril y permitirá acometer la consolidación de la estructura y de la fachada. «Yo tengo la ilusión de que el hotel sea lo más parecido a darle al reloj hacia atrás 60 años, manteniendo al máximo posible lo que queda en pie porque el 80% ya está destruido», aseguró Casanova.

En una intervención breve, la alcaldesa puso el acento en el «aprendizaje» que ha supuesto para todas las partes implicadas haber llegado a un acuerdo en el que se sienten cómodos tanto el propio Ayuntamiento como Baraka y Ecologistas en Acción. También expresó Carmena su «alegría» por la recuperación de un símbolo de la ciudad: «Madrid tiene derecho a tener esta preciosidad». Y, por último, destacó también que el acuerdo final y el refuerzo de la protección del inmueble aprobada por el Gobierno de Ahora Madrid hayan hecho posible la retirada de las acciones judiciales emprendidas desde Ecologistas en Acción. «Tenemos un pleito menos. Hay que ir a los tribunales cuando sea preciso pero hay que saber que hay un instrumento que es la palabra y buscar aquello que nos une». Antes de que hablara la alcaldesa, Trinitario Casanova había hecho una encendida defensa de la colaboración entre el sector privado y las administraciones públicas para impulsar proyectos en las grandes ciudades: «Se puede y se debe unir la voluntad de la empresa privada, de las administraciones y de los ecologistas».