Política

Madrid Arena

El error de su primera comparecencia

La Razón
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Tan sólo unas horas después de la muerte de las tres primeras víctimas del Madrid Arena –aún seguían en estado muy grave Belén Langdon y María Teresa Alonso–, fue el primer miembro del Gobierno municipal en hablar en público. La rueda de prensa se celebró a mediodía del mismo día 1 de noviembre, a menos de 500 metros del pabellón de la tragedia y en medio de una gran confusión general, incluida, seguramente, la suya propia. Muchos piensan que esa comparecencia fue el principio del fin de la carrera política de Villanueva. Aquella mañana, a pesar de recalcar que era la «información de la que disponían en aquellos momentos», el hasta ayer vicealcalde de la capital ofreció, en nombre del Ayuntamiento de Madrid, la versión del organizador del evento, dando por buenos los datos que Miguel Ángel Flores le comunicó vía sms sin dar cuenta de las impresiones de los efectivos municipales de Emergencias que participaron aquella madrugada y que ya advertían, por ejemplo, de que allí hubo mucha más gente de la permitida.

EL AFORO

Lo que dijo Villanueva: «La empresa organizadora del evento nos ha comunicado que no existía un exceso de aforo en el recinto. Creo que puedo darles el dato: el aforo de la instalación es de 10.600 personas y, según nos comunica en estos momentos la empresa organizadora, se vendieron 9.650, por lo tanto no se ha superado el aforo permitido para esta instalación».

Lo que revela la investigación: A la Policía le llevó 15 días encontrar las entradas de la Thriller Music Park porque las ocho urnas se encontraban en el Pabellón Satélite, fuera del Arena. El instructor del caso, Eduardo López Palop, contó 16.791 entradas, casi 7.000 más de las admitidas por el organizador. Aun así, vídeos y testimonios de jóvenes evidencian que se colaron cientos de jóvenes por lo que el pabellón pudo albergar a unas 20.000 personas.

LAS PUERTAS

Lo que dijo Villanueva: «No sólo no se produjo ningún problema con los accesos de salida del recinto, sino que éstos se utilizaron con normalidad por los asistentes al concierto una vez que finalizó».

Lo que revela la investigación: Los testimonios de decenas de jóvenes en los días posteriores a la tragedia pusieron de manifiesto que las nueve salidas de emergencia estaban cerradas y que la única forma de salir del pabellón era a través del vomitorio taponado por la avalancha. El resto de vías estaban tapadas por el escenario o por miembros de seguridad, al tratarse de los camerinos de los artistas o bailarines. Uno de los vídeos difundidos por «El Mundo» mostró cómo varias jóvenes trataron de salir por una puerta tras la avalancha y los controladores de acceso las obligaban a volver a la pista central.

EL DETONANTE

Lo que dijo Villanueva: «Todo apunta a que por el estallido de una bengala en uno de los pasillos que da a la pista se produce un amontonamiento...»

Lo que revela la investigación: Los vídeos grabados por los asistentes al concierto de Steve Aoki muestran cómo algunos jóvenes lanzaron bengalas a lo largo de toda la noche y una de ellas muy cerca del vomitorio de los hechos. Sin embargo, el tapón ya estaba formado y las víctimas atrapadas cuando esto ocurre.

LA INSTALACIÓN

Lo que dijo Villanueva: «...este suceso ha tenido lugar por causas ajenas tanto a la infraestructura como a las condiciones y seguridad del recinto».

Lo que revela la investigación: Un sindicato policial denunció que el Arena no tenía licencia de funcionamiento. Al ser una instalación municipal, no la necesita, pero los técnicos municipales habían detectado deficiencias de seguridad. El pabellón no era apropiado para este tipo de eventos y aquella noche el público no estaba distribuido en las tres plantas.