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El TSJM ampara a una profesora de la Complutense que se enfrentó a la Vicerrectora

El TSJM considera «fraudulento» el sistema de contratación, ya que en este caso se concatenaron hasta 11 contratos como profesor ayudante doctor y profesor visitante.

Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense
Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutenselarazon

El TSJM considera «fraudulento» el sistema de contratación, ya que en este caso se concatenaron hasta 11 contratos como profesor ayudante doctor y profesor visitante.

A la sentencia que se conocía esta pasada semana que condenaba a la Universidad Complutense de Madrid por amañar una plaza destinada a una profesora de ética y deontología del departamento de Periodismo III, se suma que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid acaba de declarar nulo, por vulneración de derechos fundamentales el despido de una docente e investigadora del Departamento de Periodismo I, quien llegó a firmar entre 2010 y 2016 hasta once contratos consecutivos como profesor ayudante doctor y profesor visitante.

En la sentencia, dictada el pasado 21 de septiembre por la Sección 1ª de lo Social, la Sala considera que V.L.R. fue despedida como represalia por haber recurrido una resolución de la Vicerrectora de Política Académica y Profesorado de la UCM relativa a la provisión de una plaza. Todo ello pese a que la Directora del Departamento en la cual prestaba sus servicios había dirigido un escrito al Rector, solicitando, una vez más, la renovación de su contrato. Por eso el TSJM establece que “existen en el caso enjuiciado indicios sólidos, consistentes y vehementes” de que la extinción contractual se debió a que la docente recurrió una decisión del Rectorado.

Al fallar el Tribunal que la profesora fue despedida como represalia por su enfrentamiento con la vicerrectora y declarar la nulidad, condena a la UCM a su inmediata readmisión (algo que por el momento no se ha producido), a pagar los salarios que V.L.R. dejó de percibir desde que fuera despedida en septiembre de 2016, así como a una indemnización por daños morales por importe de 6,251 euros y el pago de las costas.

La Sala de lo Social del TSJM ratifica así en parte la sentencia de primera instancia, que daba la razón a la demandante frente a la Universidad, al considerar “abusivo” concatenar once contratos temporales para ocupar una misma plaza. En este caso, además, después de cinco contratos como ayudante doctor al no caber la renovación, se firmó con la demandante un contrato de profesor visitante. Acuerdo que la Justicia considera irregular al adolecer del requisito de ser docente en universidad ajena a la Complutense. Además, señala la Sala, durante los años en que la docente ejerció en Periodismo, siempre desarrolló el mismo tipo de trabajo y ocupo el mismo puesto como docente e investigadora. En este sentido, la Justicia considera que la UCM, "sabedora de que no era posible prorrogar la contratación laboral de la trabajadora como Profesor Ayudante Doctor, no dudó en acudir a otra figura de contratación temporal de personal docente sin causa que le sirviera de título habilitante, lo que no puede calificarse sino como una actuación fraudulenta”. Una vez producido el despido, la plaza que ocupaba la docente fue ocupada por un profesor contratado doctor en régimen de interinidad.

La sentencia del TSJM podría dar un vuelco al sistema de contrataciones de la UCM al considerar fraudulenta la práctica habitual de renovar contratos temporales para proveer plazas necesarias para la universidad, así como el cambio de figuras contractuales para mantener a un docente en la misma plaza.

Fuentes de la UCM aseguran a LA RAZÓN que esta situación de contrataciones irregulares se dio con el fin de evitar dejar en la calle a docentes de larga experiencia y acreditados ante la ANECA, dado el retraso en la llegada de fondos a la UCM por parte de la Comunidad de Madrid y la baja tasa de reposición establecida por el Gobierno en 2013. Dicha medida, aseguran, impide al profesorado acreditado por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación optar en promoción a otras categorías profesionales. Una situación que, advierten, provoca que “docentes acreditados se vayan al paro después de muchos años de formación a cargo del contribuyente o que las plazas de catedráticos jubilados puedan llegar a cubrirse con profesores asociados”.