Sentido de Estado

Las dos máximas autoridades del poder político madrileño dieron ayer ejemplo de unidad y responsabilidad al defender sin complejos y con plausible vehemencia el papel de la Constitución española.

Un gesto importante que los ciudadanos demandan hoy más que nunca, cuando sus mayores preocupaciones navegan entre la situación económica, el desempleo y la desconfianza hacia los responsables públicos, lo que los hace no estar precisamente ahora para soportar amenazas secesionistas ni gestos malintencionados similares.

Como señalaba Ignacio González, estas circunstancias serán transitorias si permanecemos unidos y si reivindicamos como nación los valores que con gran estabilidad nos han traído hasta aquí y que pasan necesariamente por el diálogo, el consenso y la moderación. Porque nada nos impide recuperar la unidad, la solidaridad y el trabajo en común.

Si hay algo destacable y muy positivo de los discursos de González y la carismática Cifuentes es que ambos han defendido lo mismo. Los dos han recordado que para los gobiernos de España y de Madrid honrar a las víctimas del terrorismo y rechazar de plano la amenaza separatista, sentimientos que tienen a flor de piel la mayoría de los ciudadanos, son posturas cristalinas.

Los dos han constatado que, mientras el partido político al que representan siga al frente de ambas administraciones, no se va a ahondar ni en la división ni en la mentira ante temas tan importantes. Y que si la Constitución ha de mejorarse, será mediante una hoja de ruta clara que llame a participar a todo el pueblo español, objeto soberano de esta carta que cumple hoy treinta y cinco años de vida estable. En definitiva, unidad y sentido de Estado en las mejores manos.