Clasicismo, elegancia y lujo en los zapatos masculinos de Magnanni

En cuestión de lujo, es necesaria la calidad. En cuestión de calidad, nada como la artesanía. Nos vamos hasta La Mancha para conocer una firma que conoce muy bien esta máxima. Hablamos de la prestigiosa firma de calzado Magnanni. La propia marca afirma que en La Mancha el tiempo pasa más lento, los artesanos y agricultores cuidan al detalle cada uno de los procesos de su trabajo y el valor por la familia es una de las cosas más importantes. Este mismo espíritu se aplica a la fabricación de calzado de la zona y, por extensión, a la filosofía de vida de Magnanni.

Tradición de generación en generación

La firma puede presumir con orgullo de mantener las antiguas tradiciones familiares que comenzaron hace tres generaciones. Tenemos que viajar hasta 1954, para conocer los orígenes de esta empresa que nació con solo cinco empleados en una fábrica ubicada en Almansa. Dirigida por Sebastián Blanco, la compañía pasó a formar parte de su único hijo, Pascual.

Pascual se enamoró del proceso de convertir en calzado, las ideas plasmadas en bocetos y quiso llevar la firma a otro nivel. Este viaje comenzó por el cambio de nombre. Acababa de nacer Magnanni. La empresa se renovó, para dar con una firma mucho más lujosa y elegante. En 1989, los hijos de Pascual ya estaban preparados para tomar el control de la firma, operando en el negocio hasta nuestros días.

Innovación desde sus orígenes

Un negocio familiar que se basa en la excelencia. Tanto es así, que se trata de uno de los primeros fabricantes en aplicar de forma manual tinte al cuero natural, creando la técnica que conoceríamos como “pátina”. De esta manera, sus complementos se presentan en cuatro texturas distintas: Wind, Arcade, Walter y Manchester. El legado de un calzado que nace y crece en un entorno lento y sin prisas. Ese es el verdadero lujo.