Maestros artesanos al servicio de los exclusivos zapatos a medida de Berluti

En un mundo en el que la tecnología lo domina todo, o casi todo, todavía continúan existiendo algunos reductos donde lo artesano se resiste a la desaparición. El Bespoke es un concepto que hace referencia al encargo de zapatos personalizados según la exigencia morfológica y estética del cliente. Y es precisamente esto lo que convierte a una pieza en única y exclusiva. Dos adjetivos que bien podrían definir a los zapatos de Berluti.

Desde hace más de 120 años, los diseños de esta familia de origen italiano son sinónimo de elegancia y comodidad, porque como la propia filosofía de la firma reza: no se puede ir elegante sino se está cómodo y bien calzado. Su fundador, Alessandro Berluti, fue consolidando su apellido en París con el nacimiento de su zapato estrella: Alessandro, realizado en una sola pieza de piel, sin la presencia visible de costuras y de gran flexibilidad.

Para su creación, sus maestros artesanos siguen un escrupuloso proceso de 250 pasos, donde todo detalle por pequeño que sea está cuidado al milímetro. Y es que el secreto del arte del Bespoke no está únicamente en diseñar un zapato a medida, sino en crear una pieza única en cuanto a formas, colores y detalles. Todo pensando en cada uno de sus exclusivos clientes.

Como no podía ser de otra manera, el proceso comienza con un encuentro entre el cliente y el artesano en cuestión, en el que los deseos del primero son recogidos por el profesional, ya que cualquier detalle puede ser personalizado. A partir de ahí, todos y cada uno de los pasos son realizados a mano, desde la creación de la horma y del patrón hasta la colocación del cuero, pasando por los baños de color. Cada etapa se cuida al detalle, como si de una una piedra preciosa se tratase.

Un proceso del que, en todo el tiempo que dura, el cliente forma parte, haciéndole partícipe de cualquier decisión que afecte al diseño del zapato. Piezas en las que el cuero Venezcia -un secreto de fabricación que dota al calzado de ese brillo tan característico- ha distinguido a la firma italiana afincada en París desde sus orígenes.