El mítico Porsche 356 se transforma en una moto de nieve con fines benéficos

Un modelo muy especial para una causa muy especial. En 2017, la piloto y fundadora de Valkyrie Racing, Renee Brinkerhoff, se montó en su Porsche 356 y emprendió una aventura a lo largo de todo el mundo para recaudar fondos para luchar contra una de las grandes lacras de la sociedad: la trata de niños.

Estamos en 2021 y, cuatro años después, el Proyecto 356 World Rally (así lo bautizó) está llegando a su fin y pronto se dirigirá a la Antártida, la última prueba del viaje, donde Renee Brinkerhoff conducirá su Porsche 356A por algunas de las carreteras y caminos más duros del mundo. Al mismo tiempo, intentará establecer un nuevo récord de velocidad en el hielo de la Antártida.

El coche con el que ha recorrido todos los rincones del planeta está equipado con paneles solares capaces de suministrar hasta un máximo de 150 W al sistema de a bordo, así como con un gato especial capaz de levantar hasta 4 toneladas, una barra antivuelco y un sistema de salida de la ventanilla trasera en caso de vuelco.

No obstante, se han visto obligados a acondicionar el vehículo para que pueda circular por los helados caminos de la Antártida. De esta manera, le han implantado unos esquís y un sistema de movilidad similar al de los tractores oruga. Asimismo, ha sido necesario adaptarlo para que soporte temperaturas de hasta 50 grados bajo cero. Su diseño ha estado a cargo de Jason de Carteret y Kieron Bradley, dos exploradores polares y plusmarquistas que también son ingenieros en su tiempo libre.

En total, el Proyecto 356 World Rally ya ha recaudado más de 500.000 dólares que se han distribuido a través de Valkyrie Gives a organizaciones benéficas que luchan, como hemos especificado, contra la trata infantil.