Lagerfeld sigue batiendo récords aun fallecido y su legado se vende por más de 18 millones de euros

Incluso los más legos en la materia saben quién fue Karl Lagerfeld. Al menos, lo asocian con el mundo de la moda, aunque a lo mejor desconocen que se trata del diseñador más influyente de las últimas décadas. No en vano, desde 1983 y hasta febrero de 2019, fecha en la que se produjo su fallecimiento, fue el alma máter de todo lo que salía de la factoría Chanel, la referencia del lujo y el diseño por antonomasia. Lagerfeld, alemán nacido en Hamburgo en 1933, falleció con una colosal fortuna cifrada en 225 millones de euros y sin descendientes, aunque sí dejó como herederos a siete personas, entre amigos y compañeros de trabajo, además de a su gata Choupette.

A todos ellos irán destinados los 18,2 millones de euros que se han recaudado en la macrosubasta realizada por Sotheby’s en una doble cita, Mónaco y París, en la que se ha podido pujar por más de 1.000 objetos propiedad del prestigioso diseñador germano. La propia casa de subastas fue la encargada de comunicar que los lotes se habían adjudicado por un precio cuatro veces superior al previamente estimado y que casi 1.500 personas procedentes de más de 60 países habían participado en una de las pujas del año.

Mobiliario, objetos de decoración, todo tipo de complementos salieron a subasta, toda una “representación global de Karl Lagerfeld como diseñador, como coleccionista y también como personalidad social”, según afirmó el vicepresidente de Sotheby’s Francia, Pierre Mothes. Todos los lotes estuvieron expuestos en la sede de la firma en París, con un grandísimo éxito de público que no paró de llenar la sala durante días. “A la gente le suele gustar la exposición porque representa una visión global de su personalidad”, indicó Mothes.

El objeto que salía con un mayor precio de arranque, entre los 350.000 y los 400.000 euros, era un automóvil de auténtico lujo en el que el modisto solía desplazarse.

Hubo, por supuesto, algún que otro récord de venta. Por ejemplo, la espectacular bolsa negra de cocodrilo que Lagerfeld diseñó para Chanel en 2010 y que el diseñador acostumbraba a llevar, se vendió por 94.500 euros, con lo que se situó en el primer puesto de la lista de los complementos más valorados de la historia.