Subasta
No todas las subastas funcionan: la de los bienes de Maradona resultó ser un auténtico desastre
Los cinco hijos y herederos del astro argentino organizaron una gran puja, que dejó más de 87 propiedades sin dueño.
Hace un mes se cumplió el primer aniversario de la muerte de Diego Armando Maradona, para muchos, el mejor jugador de la historia del fútbol, para los que no, uno de los tres más destacados de siempre. Su portentosa trayectoria profesional contrastó, al menos desde que dejó Barcelona camino a Nápoles, con una vida personal absolutamente tormentosa. Su inmensa fortuna fue invertida de manera bastante dudosa, pero aún así, a su fallecimiento aún acumulada un gran volumen de objetos que, sus cinco hijos y herederos, Diego, Gianinna, Dalma, Jana y Diego Fernando, decidieron sacar a subasta. Y así fue, pero aquello ha sido un fracaso tan grande como colosal fue la experiencia de su dueño en los terrenos de juego.
De hecho, 87 bienes de Maradona se quedaron sin propietario después de una puja que, en absoluto, tuvo tanto interés como en principio se pensaba. “Por su significado emocional, es la subasta más importante de la historia de nuestra empresa”, señaló el director ejecutivo Adrián Mercado, de la casa de subastas del mismo nombre. “Los interesados, de nuestro país y el mundo, tendrán una oportunidad única de adquirir un bien de Maradona en una subasta totalmente transparente, realizada por profesionales”, afirmó.
Y eso que la subasta, que se desarrolló durante más de tres horas en formato online, comenzó de manera prometedora. Un simple sombrero que había utilizado el Diez se vendió por 320 dólares, cuando el precio de salida había sido de solo 60. Un par de camisetas que, curiosamente, nunca fueron vestidas por Maradona a lo largo de su carrera profesional, también fueron adjudicadas muy por encima de su valor inicial, llegando a alcanzar los 1.500 dólares. El objeto por el que más se pagó fue el cuadro “Entre Fiorito y el cielo”, que se vendió en 2.150 dólares.
Y, sin embargo, algunas de las propiedades más esperadas se quedaron sin propietario. Especialmente curiosa fue la historia de “Villa Devoto”, la fantástica residencia de 700 metros cuadrados, en pleno Buenos Aires, que el astro argentino regaló a sus padres, doña Tota y don Diego. Por ella, en la subasta se comenzaron a pedir 900.000 dólares, pero la puja no llegó ni siquiera a rozar esa cifra. Lo mismo ocurrió con un apartamento de dos ambientes en la localidad turística de Mar del Plata, dos automóviles BMW y otro más de la marca Hyundai. Un fracaso en toda regla.
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