“Por falta de recursos, van a fallecer enfermos que no deberían morir”

El objetivo final de todas las medidas de contención que están poniendo en marcha las distintas administraciones para frenar el brote de coronavirus es, al margen de que el cómputo de muertes sea lo más bajo posible, evitar el colapso del sistema sanitario. En estos momentos, hay varias zonas sensibles en este sentido, pero puede que la que más preocupe a los expertos sea la Comunidad de Madrid, la región que registra cerca la mitad de los contagios de todo el territorio nacional. Es así a pesar de los mensajes de tranquilidad que lanzan tanto el Ejecutivo regional como el Gobierno de Pedro Sánchez. Ahora, lo prioritario es garantizar los equipos de protección para todos los que trabajan en los servicios sanitarios y también reforzar las plantillas. Porque los problemas no solo vienen por ahí, sino también por la “falta de organización” que han denunciado en los últimos días los profesionales: “Por falta de recursos, van a fallecer enfermos que no deberían morir”, indican a LA RAZÓN fuentes de un hospital madrileño.

El panorama que describen es, cuanto menos, preocupante. Según afirman estas mismas personas, en varios hospitales del Servicio Madrileño de Salud (Sermas), no se hizo desde un primer momento una separación correcta en las Unidades de Vigilancia Intensiva (UVI)entre los infectados con coronavirus y el resto de pacientes que sufren otras patologías. “Solo se hizo correctamente y desde un primer momento en los hospitales de Torrejón, Alcalá, Vallecas y La Paz”, aseguran. Dos de ellos (los de Torrejón y Alcalá) son los que están atravesando la situación más crítica.

El último hospital en adaptarse a esta necesidad primaria ha sido el 12 de Octubre, al que estas medidas llegaron durante la tarde de hoy después de tres días de protestas por parte de los profesionales sanitarios. “No sé si ha sido por falta de iniciativa de los gerentes y los directores, porque no tenían las consignas adecuadas o directamente por ignorancia”, denuncian. ¿El resultado? Un panorama caótico. La UVI de este hospital del sur de la capital se divide en tres partes: una para pacientes cardíacos, otra para los que sufren afecciones respiratorias y la última para el resto de ingresados que necesitan vigilancia intensiva. Hasta esta misma tarde, los infectados con coronavirus se encontraban compartiendo el mismo espacio que el resto, además de con cajas de papeleo que se acumulaban apiladas en la estancia, de acuerdo a la versión de los trabajadores.

Por fortuna, la situación ya ha cambiado y ahora se ha reservado una sección específica para los que sufren el Covid-19. Una vez conseguido esto, las siguientes reclamaciones también son vitales: el adecuado suministro de material y los refuerzos de personal. “Se necesitan respiradores. Además, los profesionales están desbordados y doblando turnos”, subrayan.

Una solución más que posible, más aún después de la presentación del plan de la Comunidad de Madrid con el que se centralizará la atención tanto de los centros públicos como de los privados, es el traslado de enfermos para no saturar los hospitales que ya se encuentran desbordados. “Pero tienen que actuar ya, hay que moverse deprisa. Aún no se ha dado la orden”, apuntan, a la vez que tampoco descartan que se puedan derivar algunos de los casos a hospitales de otras comunidades limítrofes, como Segovia o Toledo.

Entre tanto, los responsables del Hospital de La Paz ya se han puesto manos a la obra para tratar de poner remedio a la saturación. Esta mañana, el gimnasio del centro amaneció con los operarios trabajando para adecuarlo lo antes posible como una especie de “hospital de campaña” para ampliar las urgencias. Según detallaron fuentes del centro, allí se instalaran los pacientes que lleguen con síntomas del Covid-19, y permanecerán allí hasta que se les realice la prueba que certifique o descarte que se encuentran infectados con el virus de Wuhan.