Regulación

Los taxis en Madrid podrán ser compartidos y reducir su oferta en situaciones como la del Covid

Movilidad y Medio Ambiente ultima la nueva Ordenanza Reguladora del Taxi

Taxistas esperan la llegada de viajeros en la parada de taxis de la Terminal 1 del Aeropuerto Adolfo Suarez
Taxistas esperan la llegada de viajeros en la parada de taxis de la Terminal 1 del Aeropuerto Adolfo SuarezFernando VillarEFE

La nueva Ordenanza Reguladora del Taxi, que verá la luz a principios del año que viene, promete una revolución en el sector. El delegado del Área de Movilidad y Medio Ambiente, Borja Carabante, adelantó esta mañana algunas de las líneas maestras durante la Comisión del ramo. Y entre otras, destacó la posibilidad de reducir la oferta del taxi en situaciones excepcionales, como la que ahora atravesamos. Una inclusión demandada por el sector, debido a la caída de clientes a consecuencia del coronavirus.

Como explican desde el Área, el decreto del estado de alarma sirvió de base legal para que el Ayuntamiento de Madrid pudiera permitir la limitación de la oferta del servicio al 50% de lunes a viernes y los fines de semana de 16 a 8 horas. En la primera ola, el Gobierno central contemplaba medidas excepcionales en materia de transporte reduciendo la oferta total de operaciones de transporte, aspecto que no se ha recuperado con el actual estado de alarma, impidiendo esta posibilidad.

No serán las únicas novedades. La nueva ordenanza nacerá con el objetivo de flexibilizar el sector y hacerlo más competitivo respecto a otros medios de transporte. Así, entre otras iniciativas, se encuentran la licencia por puntos, el precio máximo y el taxi compartido.

En referencia a esto último, será posible la contratación del servicio a través de la reserva por plazas: el conductor podría llevar en un mismo recorrido a varios usuarios que compartan un itinerario similar, lo que supondrá una reducción del coste para el viajero. En definitiva, un modo más flexible para el usuario, como ocurre en otras plataformas que ahora mismo son competencia del sector.

Mientras, la licencia por puntos permitiría, de forma similar al carné de conducir, graduar las sanciones por reincidencia y la habitualidad en los comportamientos punibles, llegando incluso a producirse la pérdida de la licencia en las conductas más lesivas.