Alerta
La cepa británica ya supone el 50% de los casos en algunas zonas de la Comunidad de Madrid
El Gobierno regional y el Canal de Isabel II activan las primeras búsquedas en algunos pozos de la variante británica del virus con el fin de anticiparse a nuevos repuntes
El Gobierno de la Comunidad de Madrid continúa inmerso en su estrategia de adelantarse a la expansión del virus. Dentro de las medidas puestas en marcha por la Consejería de Sanidad –en este caso en colaboración con el Canal de Isabel II– destaca el análisis de las aguas residuales para anticiparse al incremento de los casos y de los ingresos hospitalarios así como para conocer las zonas en las que se va a producir esa mayor transmisión. En este contexto, miembros de la Consejería de Sanidad se reunieron ayer con responsables del Canal de Isabel II para conocer los primeros resultados. «Hemos empezado la semana pasada a hacer pruebas y la idea es intentar detectar esta variante en las aguas residuales», reconoce el viceconsejero de Salud Pública y Covid-19, Antonio Zapatero, a LA RAZÓN. Estos primeros análisis se han realizado en cinco o seis pozos de manera experimental para conocer la presencia de la cepa británica por zonas. «Queremos hacerlo porque nos puede dar una idea de por dónde anda. Ya tenemos algunos resultados, pero todavía son muy iniciales», subraya Zapatero. El objetivo es que las cinco o seis muestras tomadas la semana pasada de otros tantos pozos para detectar la cepa británica en las aguas residuales se extiendan a toda la región en las próximas semanas.
Los datos más completos respecto al grado de penetración de la cepa británica en los municipios madrileños son los obtenidos a partir del cribado de las pruebas PCR, en torno a 4.000 0 5.000 cada día. Se trata de un enorme trabajo de análisis para conocer la situación barrio a barrio. Zapatero reconoce que los resultados son muy «variables» en función de cada distrito de la capital o cada localidad de la región. De hecho, hay algunas zonas, apunta el viceconsejero, en las que la presencia de la cepa británica es ya del 50%. En otras oscila en el 12 y el 23%, explica. «Lo que está claro es que la cepa está circulando y lo está haciendo en una cuantía importante», añade.
“Es previsible una caída en los ingresos en dos o tres días”
En lo que tiene que ver con la evolución del virus, al margen de las cepas, el análisis de las aguas residuales de los últimos días apunta a una mejora de la situación a corto plazo. Las pruebas tomadas en los pozos del Canal de Isabel II suelen anticipar lo que va a pasar con los contagios y con los ingresos hospitalarios dos o tres días después. Así las cosas, las últimas muestras apuntarían a que tanto el número de nuevos casos como de hospitalizaciones podría comenzar a reducirse en las próximas jornadas. Este método de diagnóstico ha venido dando a los responsables de la Consejería de Sanidad una fotografía bastante fidedigna del comportamiento del virus, lo que, a su vez, ha servido por ejemplo para diseñar los calendarios de cribados masivos a través de la realización de test de antígenos. Con la incorporación a este análisis en las aguas residuales de la posibilidad de conocer el grado de penetración de la cepa británica, la Comunidad de Madrid mejorará su capacidad de respuesta frente al virus.
En relación precisamente a la cepa británica y a la puerta de entrada que ha tenido esta variante en Barajas, la presidenta del Gobierno madrileño, Isabel Díaz Ayuso, reiteró ayer «la importancia de potenciar las medidas de control en en el aeropuerto, especialmente con los vuelos procedentes de países donde están produciéndose nuevas cepas». De hecho, la propia presidenta reaccionó en redes sociales a la información publicada este lunes por LA RAZÓN, en la que se detallaba el enorme incremento que se produjo en el mes de diciembre en el volumen de casos importados procedentes de Reino Unido así como la falta de controles en Barajas: «Esto no puede ser, les da igual todo. Menos la campaña», señaló Ayuso.
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