Cepa británica

Barajas, sin control frente al coronavirus

Los casos importados desde Reino Unido se dispararon un 1.850 por ciento en diciembre con respecto al mes anterior

Imagen del aeropuerto Adolfo Suarez Madrid Barajas.
Imagen del aeropuerto Adolfo Suarez Madrid Barajas.Jesús G. FeriaLa Razon

Desde hace meses, Isabel Díaz Ayuso reclamó al Ejecutivo de Pedro Sánchez un mayor control en el aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas. En noviembre, cinco meses después de la primera petición formal de la presidenta madrileña, Moncloa accedió a mover ficha: anunció que se exigiría una prueba PCR a las personas que llegaran en vuelos que hubieran despegado de países en riesgo. A día de hoy, Díaz Ayuso asegura que se llevan a cabo «ciertos controles» en Barajas. Muchos de los que llegan a Madrid, sin embargo, son testigos de la laxitud de estas medidas.

«Llegué de Berlín la semana pasada, coincidiendo con el día en el que el Ministerio de Sanidad anunció el récord de casos en España y no se me pidió nada más allá de tomarme la temperatura. Esa relajación no se ve en otros países», reconoce Francisco. «No es cierto que haya control en Barajas, mi marido entró en un vuelo procedente del caribe hoy y a ningún pasajero se le solicitó test de COVID. El virus está entrando por Barajas, y los españoles están muriendo. Exigimos control de fronteras ya. Nadie sin PCR puede entrar», asegura Lilliam. «Pensar que se le pide la PCR a todo el mundo es un engaño. Así como pensar que por Barajas u otros aeropuertos no entran contagiados. Y han sido en gran medida los causantes de la propagación de las nuevas cepas», advierte Julio. «Llegué a Barajas desde Paris, el 22 de diciembre y nadie me pidió el PCR. Mi pareja el 6 de enero, y tampoco nadie. Barajas es un coladero», insiste Pablo.

Y es que los expertos consultados por este diario señalan que, precisamente, la falta de controles reales y generalizados así como de seguimiento, hace imposible conocer realmente el número de casos que aterrizan en suelo madrileño procedentes de otros países. Esto implica a su vez que las cifras que se incluyen en los informes en torno a los casos importados estén muy por debajo de la realidad. «Desde el 11 de mayo de 2020 al 26 de enero de 2021, se han detectado un total de 318 casos importados confirmados con infección activa por Covid-19 en la Comunidad de Madrid. Del total de casos, el 58,2% corresponden a hombres y un 64,5% de los casos corresponden al grupo de edad entre 30 y 69 años. Los países de origen de los casos importados corresponden en mayor frecuencia Reino Unido, Portugal y República Dominicana. Un 25,15% se han detectado en el mes de julio», señala la Consejería de Sanidad en su informe semanal.

Pese a la infradetección, las cifras de la Comunidad sí señalan un aumento de los casos procedentes del exterior en fechas recientes. Y también nos dan una idea de cómo diciembre fue el escenario ideal para que penetrase en Madrid la cepa británica. Por ejemplo, si comparamos los datos de noviembre con los del mes posterior: los casos importados procedentes de Reino Unido aumentaron un 1.850%.

Alerta sanitaria

Tal y como relata la Consejería, «desde la alerta sanitaria asociada a la nueva variante de Reino Unido, se está procediendo a la secuenciación del genoma de SARS-CoV-2 en los casos confirmados detectados en la Comunidad e importados de de este país». Y, hasta la fecha, «se han confirmado por secuenciación 105 casos y se han descartado 5. La descripción epidemiológica de 57 de ellos está en proceso de realización».

De los 48 casos confirmados, hasta 32 estaban asociados a 13 brotes de ámbito familiar o social y 16 son casos esporádicos». Otro dato que insiste en la más que probable transmisión descontrolada de la variante británica del virus: del total de casos confirmados, sólo «en 22 se ha encontrado vínculo epidemiológico con el Reino Unido y en 26 personas no se ha podido establecer esta relación. En dos casos se ha descartado la presencia de esta cepa. Y están en estudio numerosos casos y contactos asociados a la variante británica». El hecho de que, de los 48 casos estudiados, en más de la mitad no se haya podido trazar un vínculo con el país de origen de esta cepa, refuerza el argumento: la presencia de esta variante, cuya puerta de entrada en Madrid fue Barajas, está más extendida de lo que dicen los estudios actuales.

De hecho, el brote que se ha cobrado la vida de más de una decena de personas en una residencia de ancianos en el municipio madrileño de Becerril de la Sierra tiene su origen en esta cepa del virus. Hay que destacar que este brote ha afectado a los 17 trabajadores de la residencia y a sus 48 residentes, que habían recibido la primera dosis de la vacuna. La variante de Reino Unido, además, ha venido multiplicando por dos su incidencia en las últimas cuatro meses.

Según los datos de la Consejería de Sanidad, en algunas zonas de salud llega incluso a representar a uno de cada cinco casos detectados. El viceconsejero de Salud Pública y Covid-19, Antonio Zapatero, reconoció el viernes, con motivo de la actualización de los datos y las medidas para hacer frente a la tercera ola, que «la presencia de la cepa británica en la región, representa un porcentaje de entorno al 10 por ciento respecto al total de casos, y que en algunas zonas básicas de salud ascendería a un 22 por ciento».