Madrid

Madrid: ¿por qué los mercados municipales están sobreviviendo a la crisis?

Estos comercios remontan a la cuarta posición de los servicios mejor valorados por los madrileños

El Mercado Maravillas, durante las pasadas Navidades
El Mercado Maravillas, durante las pasadas NavidadesAlberto R. RoldánLa Razón

Dentro de un tejido empresarial y comercial muy dañado como consecuencia de la crisis sanitaria, los mercados municipales están levantando cabeza. Según afirman fuentes del Área de Economía del Ayuntamiento, además de haber abierto un centenar de locales durante la pandemia, la percepción ciudadana favorable a estos establecimientos se ha disparado en los últimos meses.

Así lo indica la reciente Encuesta de Satisfacción de la Ciudadanía con los Servicios Públicos y Gestión ante la Covid-19, realizada por el Área Delegada de Coordinación Territorial, Transparencia y Participación Ciudadana, que preside Silvia Saavedra. Los mercados municipales son el cuarto servicio que logra mejor valoración, tan sólo por detrás de Bomberos y Samur y empatados con la Policía Municipal. Un 7,6 de nota, por delante de la EMT y las escuelas infantiles (ambos con un 7,3), así como centros culturales, taxis y teléfono 010 –todos ellos un 7,2–. Hay que apuntar que, en 2019, la nota de los mercados era de un 6,2.

«Sin duda, esto es gracias al gran esfuerzo de los comerciantes gerentes de mercados y al buen hacer de la Dirección General de Comercio y Hostelería en un momento de pandemia que ha supuesto una oportunidad para dar a conocer a un público más joven el comercio de proximidad y los mercados municipales en concreto», afirma a LA RAZÓN Miguel Ángel Redondo, delegado del Área de Economía, Innovación y Empleo del Ayuntamiento de Madrid.

En opinión de Redondo, «los mercados municipales son calidad, son productos frescos recién traídos de Mercamadrid, es salud, es profesionalidad y trato cercano, además de ayudar a mantener empleo». Todo ello sin olvidar que, «en los peores momentos de la pandemia, esta gente ha estado al pie del cañón, dando servicio y dando la cara. Estamos en deuda con ellos».