Rocío Monasterio sigue intercambiando a día de hoy mensajes con los trabajadores con los que compartió obras y proyectos durante las dos décadas que dedicó a la arquitectura antes de entrar en política. Conversaciones en las que hablan de los problemas de España y en las que se siguen refiriendo a ella como «jefa», como lo hace también el equipo con el que trabaja día a día en Vox Madrid. Su partido confirmará en los próximos días la designación de esta hispanocubana como candidata a las elecciones autonómicas del 4-M. Y a pesar de que acaba de participar muy activamente en la campaña electoral en Cataluña, está deseando que empiece la de Madrid. «Me encanta recorrer los mercados y los pueblos y escuchar y entender qué le preocupa a la gente», reconoce. El terremoto político, con epicentro en Murcia, que sacudió el pasado miércoles la Puerta del Sol de la capital sorprendió a Monasterio precisamente en uno de esos pueblos, en Chinchón. Sobre el futuro que le aguarda a la región tras el paso por las urnas, es optimista. Ve necesario evitar que el socialismo entre en el Ejecutivo regional y hace un llamamiento a que el PP de la presidenta Díaz Ayuso recapacite en torno a la conveniencia de entenderse con Vox. Las encuestas sitúan a los de Abascal como decisivos y su líder en Madrid no rehúye el desafío de poder llegar a ser la primera dirigente de Vox en entrar en un gobierno autonómico: «Creo que lo haríamos muy bien».
–¿Ha convertido Díaz Ayuso las elecciones del 4-M en un plebiscito en torno a ella?
–Las elecciones de mayo son la oportunidad que ha visto Casado de intentar revivir al Partido Popular y Ayuso forma parte de ese partido que en Cataluña no ha tenido buen resultado. Han visto que en Madrid pueden tener una oportunidad de volver a contar si es que tienen un proyecto para España.
–¿Era necesario este adelanto electoral?
–Hace mucho que había que haber convocado elecciones porque el PP se había equivocado de socios con Ciudadanos. Teníamos claro que iban a traicionar antes o después. Por eso animamos el pasado miércoles, en cuanto vimos lo de Murcia, a que se convocaran elecciones porque si no habría una moción de censura en Madrid, que es lo que no vamos a tolerar.
–La presidenta plantea estos comicios como una elección entre socialismo o libertad. ¿Se juega esto Madrid?
–Entre socialismo o libertad yo estoy claramente en la libertad. Estamos intentando que Sánchez no asalte la Comunidad de Madrid y por eso vamos a elecciones. Vox va a estar del lado de la libertad. Nos jugamos mucho. Es un momento delicado desde el punto de vista económico donde hay que medir muy bien las consecuencias que puede tener parar la actividad durante meses. La inestabilidad y la falta de un gobierno no son las mejores condiciones para que nuestras pymes, los autónomos y las empresas salgan adelante y esa tiene que se ahora la prioridad absoluta.
–«Socialismo o libertad» es un lema que usted ya pronunció en un mitin. ¿Qué le sugiere?
–Esa frase no es mía, es de los cubanos. Desde hace muchos años se la he escuchado a los cubanos en España y también en otros lugares y siempre se gritaba frente a la imposición y la opresión del comunismo. Los que hemos estado cerca de lo que han sufrido los cubanos, y yo por mi familia he estado cerca, hemos escuchado esa frase, que se decía incluso en mi casa. Creo que Sánchez nos quiere imponer con sus socios comunistas, porque es Iglesias el que está al timón, ideas que son enemigas de la libertad y que traen miseria, una falsa igualdad y opresión. Si estoy en política es porque siempre he tenido la defensa de la libertad como principio y nunca he dado un paso atrás.
–Cuando la presidenta plantea este lema de socialismo o libertad y el PP negocia el reparto de los jueces con el PSOE, ¿a qué lado se sitúa?
–El PP forma parte de un sistema que ha estado acostumbrado a pactar en la sombra o de forma visible con el PSOE, no sólo los jueces sino también la televisión española...También en la Asamblea de Madrid, lo vemos muchas veces. El PP y el PSOE no se pisan entre ellos. Vox ha venido aquí para romper con todo eso, no estamos para hacer pactos con los socialistas ni de forma encubierta ni de forma visible y el PP sí está dispuesto a todo eso. Lo estamos viendo con Sánchez. Pablo Casado está dispuesto y está pactando con Sánchez y la señora Ayuso pertenece al partido de Casado.
–Nada más convocar elecciones, Ayuso aseguró que busca la mayoría absoluta y gobernar sola. ¿Lo ve posible?
–Todos los que nos presentamos a unas elecciones queremos gobernar solos porque tenemos unos proyectos y unas ideas que sacar adelante, pero el PP tiene que asumir que Vox ha venido aquí para quedarse y que con Vox va a tener que entenderse en muchos sitios. Si nosotros tenemos mayoría, al siguiente al que sumaríamos sería al PP. Tenemos claro que no vamos a pactar nunca con separatistas ni con partidos de izquierdas y socialistas. El siguiente más próximo a nuestras ideas es el PP y nos tendremos que entender. Ciudadanos yo creo que prácticamente va a desaparecer porque la falta de ADN hace que desaparezcas. El PP y Vox somos partidos que somos distintos, pero que, en algunas cosas que son importantes, podemos entendernos.
–En esta legislatura han estado dando un apoyo externo al Gobierno de Ayuso. En el caso de que el PP y Vox sumen mayoría absoluta, ¿qué sería lo deseable: entrar en el gobierno o mantener ese apoyo externo?
–Depende del apoyo que nos den los madrileños, que nos colocarán donde ellos decidan. Si deciden colocarnos con fuerza entenderemos que nos colocan para gobernar. Si no, nosotros sabemos hacer una labor de oposición y de vigilancia como hemos hecho ahora, porque hemos visto que al PP le hace falta esa labor de vigilar que es la que hemos estado haciendo con responsabilidad estos meses. A la Comunidad de Madrid le hace falta Vox porque es quien tiene las ideas claras de cómo vamos a sacar a la España que madruga. Vox está formada por mucha gente que ha trabajado antes, como es mi caso de 20 años de autónoma sabiendo la realidad y lo difícil que es sacar un negocio adelante, pagar nóminas, liquidar impuestos, ver que venga la administración sólo para preguntarte por los impuestos y no para ayudarte. Eso es lo que hoy le preocupa a los madrileños y yo veo a muchos políticos lejos de la realidad porque no han estado en la realidad. La prioridad es salvar empleos y las discusiones sobre políticas entre partidos y los temas que son sólo de política no le solucionan a la gente su día a día.
–¿Ha sido diligente la presidenta de Madrid en ese objetivo de salvar empleos?
–A diferencias de otras comunidades dirigidas por el PP, la señora Díaz Ayuso, impulsada y presionada por Vox, ha sabido mantener la posición de que había que mantener la economía en funcionamiento. Si no hubiera estado Vox ahí, probablemente hubiera salido la tesis del señor Aguado, que lo que quería era parar. Era el infiltrado de Sánchez y quería frenar. Vox ha tenido un papel fundamental de embridar y de controlar las tentaciones de cerrar Madrid. Somos partidarios de abrir y mantener la actividad económica. Y desde luego es intolerable que ahora, en Semana Santa, Sánchez la vuelva a cerrar. Vamos a dar la batalla sacando a miles de madrileños a las calles a defender la libertad y que se acaben ya las restricciones y las imposiciones.
–¿En qué ha sido decisivo Vox en esta legislatura corta?
–Hemos vigilado el gasto y hecho un control de entes, fundaciones y puestos políticos no justificados. Hemos sido decisivos en que Díaz Ayuso cerrara los colegios. Desde el 24 de enero ejercimos presión con todos los consejeros para que viera la realidad de lo que venía con el covid. Por desgracia cuando pedimos en febrero un plan de contingencia urgente y que se controlara el virus en Torrejón, no nos escucharon. Recuerdo una conversación con Ayuso en la que le dije que cerrara los colegios, que yo ya no estaba llevando a los míos. Una semana después los cerró. Hemos hecho un ejercicio importante en la crisis sanitaria. Fuimos fundamentales en que en Madrid, frente a la negligencia, tomara ciertas medidas. Ojalá las hubieran tomado todavía antes. Hemos sido decisivos también en intentar impulsar una reducción de impuestos, en que se tomaran medidas para proteger a las familias y en que habláramos de temas tan importantes como la natalidad.
–¿Cómo valora la gestión del Gobierno Ayuso-Aguado?
–El Gobierno no ha gestionado mucho. Han aprobado una ley que ahora ha sido recurrida. No se ha aprobado nada. Creo que estos dos próximos años es donde se tiene que hacer una buena gestión y que el gobierno que salga adelante tenga capacidad de ejecución y con gente competente y con claridad de ideas. Lo que se ha hecho es mantener las políticas de Esperanza Aguirre, pero a día de hoy en Madrid no se ha tomado casi ninguna medida.
–En el fracaso que supone este adelanto electoral, ¿qué cuota de responsabilidad tiene Ayuso y cuál Aguado?
–Yo no sé qué ha pasado entre ellos. Estábamos negociando de forma cordial un presupuesto y en la tarde del miércoles tenía una reunión para que me contestaran sobre nuestras propuestas y parecía que iba a salir adelante. Creo que lo que ha pasado es que Ciudadanos ha demostrado la gran traición, cómo estaban buscando la forma de tumbar el Gobierno. Lo habíamos avisado muchas veces. Es imposible gobernar con un partido que se hace automociones de censura y eso es Ciudadanos. No es un socio fiable, Ayuso se equivocó de socios y eso tiene consecuencias.
–Cs asegura que el miércoles sí iban a alcanzar un acuerdo de presupuestos. El PP dice que no. ¿Quién tiene razón?
–No sé qué es lo que pasó en la mañana del miércoles en el Consejo de Gobierno, algún día lo sabremos. Nosotros llegamos a un acuerdo con el señor Lasquetty para bajar impuestos en Madrid y, a última hora, el que reventó el acuerdo fue el señor Aguado. No me extrañaría que ahora, el que hubiera reventado el posible acuerdo de presupuestos hubiera sido el señor Aguado en ese Consejo de Gobierno. Es probable y lo de Murcia fue el detonante. Ahora lo que hay que hacer es ir a unas elecciones donde saquemos del gobierno a cualquier infiltrado socialista, a los señores de Ciudadanos, y podamos tener un gobierno con claridad de ideas, capacidad de ejecución, equipos competentes y capacidad de liderazgo porque lo que tenemos por delante es sacar a Madrid de una crisis sanitaria, económica y social. Para eso hay que tener un proyecto clarísimo y la firme determinación de hacerlo. Nosotros tenemos un plan para Madrid. A partir del 4 de mayo nos gustaría ponerlo en marcha y creo que lo haríamos muy bien, porque tenemos los equipos. Otros partidos tienen políticos pero ya no saben gestionar. El PP ha perdido cuadros de gestión y tienen políticos alejados de la realidad.
–Culpa a Cs de la falta de acuerdo presupuestario. Sin embargo, con el PP también había diferencias. Ustedes apostaban por bajar ya el IRPF y el PP quería hacerlo en la segunda mitad de la actual legislatura.
–Nosotros queríamos bajar impuestos y el PP no quería bajar impuestos. Lo hemos visto otras veces. Con la mayoría absoluta de Rajoy, lo primero que hicieron fue subirlos. Pero había una solución sencilla y yo se la di: si no quieren rebajar impuestos, rebajemos el gasto político. Hicimos un trabajo de puntear el presupuesto para buscar las bolsas de gasto político ineficaz: pueden reducir consejerías, gastos de producción, unos planes que ahora no son prioritarios, reducir las subvenciones a los grupos de izquierdas para temas de género e inmigración ilegal, pueden dejar de pagar 4.500 euros al mes por cada menor inmigrante ilegal que hay en Madrid. Si uno va partida por partida puede llegar a sacar cientos de millones y dedicarlos a reducir los impuestos y conseguir que las familias tengan algo más en los bolsillos para poder encarar estos meses tan difíciles. Una administración como Madrid gobernada por el mismo partido durante 25 años se llena de grasa. Nosotros venimos aquí para reducir el tamaño del gasto político, ajustar la administración a lo que necesitan los madrileños para poder tener recursos para la sanidad, la educación, la dependencia y la emergencia social.
–De cara al 4-M, esta semana Vox designará candidato. ¿Usted quiere ser esa candidata?
–Por supuesto que quiero ser esa candidata. Me encantaría llevar el mensaje de Vox a toda la Comunidad de Madrid. Me hace mucha ilusión. A mi me encantan las campañas. Vengo de la campaña catalana que ha sido dura, pero apasionante, donde frente a a violencia que teníamos, pude sentir el cariño de la gente y escuchar y entender qué les preocupa. Más que contar mi discurso me gusta escuchar y, luego, con todo eso que me cuentan tratar de buscar una respuesta. Si soy candidata de Vox, tendré esa capacidad de escuchar y llevar las preocupaciones de los madrileños al gobierno, para dar respuestas clarísimas y para ser leal al voto que nos den.
–Hay analistas que dicen que Ayuso gusta mucho entre los votantes de Vox. ¿Es una amenaza o un techo para usted?
–También hay analistas que nos daban cero escaños en Andalucía y sacamos doce. Las campañas son muy largas. Ayuso tiene el peso de una marca que está en decadencia que es el PP. Vox está en despegue y lo hemos visto todos estos meses. Este es un paso más para llegar al gobierno de la nación, que es el objetivo, porque Vox tiene un proyecto para toda España.
–De cara a la precampaña, ¿en qué ejes va a incidir Vox?
–La gran ventaja que tienen los votantes con Vox es que siempre defiende lo mismo en Madrid, Lérida o Cádiz. Y eso no pasa en otros partidos. No podemos seguir en 17 reinos de taifas que provocan descoordinación. Defendemos la política de impuestos bajos y hacer frente a las ideologías impuestas por el globalismo como es la ideología de género o la claudicación de los políticos ante la inmigración ilegal. Venimos a defender la seguridad en nuestros barrios, no puede ser que los madrileños sientan miedo al ir al supermercado por la inmigración ilegal o las bandas latinas a las que no se está haciendo frente. Y venimos a defender que nos dejen a los padres la libertad de educación de nuestros hijos.