Seguridad

Cerco «antibotellón» por el Orgullo

Más de 1.400 agentes vigilarán Centro y podrán cerrar las plazas públicas en caso de que se sobrepasen sus aforos. Las sanciones por consumo de alcohol crecen un 2.000% tras el fin del estado de alarma

La fuente de Cibeles aparece iluminada con los colores de la bandera LGTBI con motivo del inicio de la fiestas del Orgullo 2021
La fuente de Cibeles aparece iluminada con los colores de la bandera LGTBI con motivo del inicio de la fiestas del Orgullo 2021MariscalEFE

Por mucho que se vayan a evitar los eventos multitudinarios, por más que la responsabilidad personal prime sobre la del conjunto, y a pesar de que las carrozas, los conciertos y los desfiles tendrán que esperar a la próxima edición, las celebraciones del Orgullo 2021 no estarán exentas de un fenómeno presente cada vez que el calendario marca una fecha señalada en la capital: los «botellones». La Asociación de Vecinos de Chueca ha sido la primera en dar la voz de alarma. Hace tres días, compartió en su cuenta de Twitter un vídeo en el que podían verse centenares de personas congregadas tanto en la Plaza de Chueca como en la de Plaza de Pedro Zerolo. Y es que, si bien de forma tradicional, el Ayuntamiento llevaba años permitiendo el consumo de alcohol en la calle, encuadrando las fiestas del Orgullo dentro de una festividad patronal más, la normativa regional para combatir el coronavirus sigue vigente: el «botellón» es considerado uno de los focos especialmente activos a la hora de propagar la infección, sobre todo entre los mas jóvenes.

Por ello, el Ayuntamiento de Madrid ha puesto en marcha un refuerzo especial con motivo de las fiestas del Orgullo. Concretamente, y según detalló la portavoz municipal y responsable de Seguridad y Emergencias, Inmaculada Sanz, se vigilará el entorno de Chueca y sus alrededores con el objetivo de que se cumplan las restricciones estipuladas por la Comunidad de Madrid.

Este dispositivo extra constará de 360 policías municipales. Además de impedir el consumo de alcohol en la vía pública, los agentes tendrán potestad para cerrar de forma perimetral plazas al aire libre si se supera el aforo permitido, tal es el caso de la de Chueca o Pedro Zerolo. «Si hay que disolver alguna de esas concentraciones, por supuesto que se hará», aseveró Inmaculada Sanz.

De este modo, con el añadido del refuerzo, un total de 1.440 agentes vigilarán el entorno de Chueca. En el calendario hay un día especialmente señalado: mañana sábado. A partir de las 20:00 horas tendrá lugar la tradicional manifestación que partirá de la glorieta de Carlos V para finalizar en la plaza de Colón. La pancarta de cabecera, en la que irán activistas y personas del tercer sector pero no políticos, tendrá como lema «Los derechos humanos no se negocian, se legislan: ley integral trans ya». Mientras, en una segunda pancarta podrá leerse «ni un paso atrás» como condena a los discursos de odio y a la acción de la «ultraderecha». En una tercera pancarta se recordará a las personas enfermas de VIH.

La Delegación de Gobierno de Madrid ha autorizado esta manifestación. Una decisión, en principio, no sujeta a cambios, ya que la situación de la pandemia oscila de forma paulatina. En todo caso, la organización de este evento, la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB), COGAM, Colectivo LGTB+ de Madrid y AEGAL, ha pedido «responsabilidad» a la ciudadanía que quiera participar y ha llamado a «respetar las normas de seguridad», la «distancia social» y «el uso de la mascarilla».

Inmaculada Sanz explicó ayer que los agentes, a lo largo de estos últimos días, se han centrado en zonas de Centro para «incrementar la seguridad ciudadana con el objetivo de evitar situaciones de robos y hurtos, reforzar la vigilancia por el botellón y garantizar cumplimiento de la normativa sanitaria en vigor». Así, advirtió de que «si no se dan las circunstancias o se dan aglomeraciones, se seguirán produciendo sanciones, y también en los interiores». De ahí que la portavoz municipal hiciera un llamamiento a la prudencia y recordara que es necesario «seguir tomando medidas frente a la pandemia».

Según los últimos datos disponibles de la Policía Municipal, pertenecientes al mes de mayo, los agentes levantaron sanciones a un total de 4.657 personas por consumir alcohol en la vía pública. Se trata de un mes significativo: el primero en el que se decretó el fin del estado de alarma. Y la principal consecuencia es que los «botellones» se han disparado. En comparación con abril, cuando se impusieron 213 multas, la práctica ha aumentado más de un 2.000 por ciento.

Centro, distrito que acoge las festividades del Orgullo, es la zona con mayor número de sanciones: 799. Muy de cerca le sigue Usera, con 752. Villaverde (472), Latina (436), Carabanchel (288) y Retiro (242) serían los otros distritos con presencia destacada de «botellones».

En lo que no habrá vuelta atrás será en la no colocación de la bandera del orgullo en el Palacio de Cibeles. Tal y como ya había avanzado el propio alcalde, Inmaculada Sanz confirmó que el Consistorio cumplirá la sentencia del Tribunal Supremo del año pasado, por la cual se prohíbe la exhibición de banderas «no oficiales» en edificios públicos para mantener la neutralidad institucional.

«Lo que hace el Ayuntamiento de Madrid, como no puede ser de otra manera, es cumplir esa sentencia», argumentó Sanz, si bien destacó la «campaña muy importante» emprendida por el Consistorio con motivo del Orgullo, con cartelería y la iluminación de la plaza de Cibeles con los colores del arcoíris.

En este sentido, Sanz confirmó que fueron dos áreas dirigidas por Ciudadanos, la de Vicealcaldía y la de Familias, Igualdad y Bienestar Social, las que contactaron con los colectivos LGTBI para acordar que el Ayuntamiento asumiera el coste de la bandera de 700 metros que la organización del Orgullo desplegará este sábado en la Gran Vía