«Los madrileños pueden estar tranquilos porque en nuestra comunidad autónoma vamos a devolver al currículo todos los contenidos que consideremos esenciales y que los reales decretos del Gobierno que desarrollan la Ley de Educación dejan fuera», explica la viceconsejera de Política Educativa Rocío Albert. Y uno de los asuntos en los que se va a reparar es en dar al español la importancia que considera que merece como lengua vehicular, después de que este concepto se eliminara en la Lomloe. De hecho, ya está decidido que figure entre los contenidos que tendrán que estudiar los alumnos madrileños en la nueva asignatura de Valores Cívicos y Éticos, dentro de las competencias que le corresponden, al poder regular el 40% de los contenidos que los niños estudien, como el resto de autonomías.

El proyecto de Ley Maestra de Libertad Educativa también garantiza el derecho a recibir las enseñanzas en castellano como lengua oficial y vehicular de la educación. La defensa del castellano forma parte, además, de toda una estrategia que ha impulsado la presidenta regional y que va a gestionar la Oficina del Español al frente de la cual se encuentra Toni Cantó.

En la asignatura de Valores Madrid «incluirá conceptos tan importantes como la Democracia, la igualdad, la equidad y no sé porqué al género se le ha dado tanta importancia en el borrador de decreto del Gobierno porque hay otros valores igualmente importantes», asegura Albert.

La responsable educativa dice que «hubiera preferido que esa asignatura no estuviera incluida en el plan de estudios teniendo en cuenta que uno de los problemas de nuestro sistema es que hay demasiadas materias y poco tiempo para cada una de ellas. Los valores se enseñan de manera trasversal y quizás no era necesario dedicarle una asignatura entera».

La nueva asignatura de Valores Cívicos y Éticos que tendrán que estudiar los niños españoles abordará los problemas morales de nuestro tiempo, pero el primer borrador de real decreto que se ha conocido ha despertado ya malestar por los «términos indefinidos» que se manejan en el documento. El temor es que pueda dejar abierto el camino al adoctrinamiento, como ya ocurrió con la polémica materia de Educación para la Ciudadanía, con la que se llegaron a elaborar manuales para los alumnos con viñetas anticapitalistas y con parodias de Dios, lo que acabó judicializando la educación.

¿Qué debe aprender el alumno en esta materia? «Se deben afrontar cuestiones éticas de relevancia, como las referidas a la autonomía y heteronomía moral, la distinción entre ser y debe ser, la práctica e identificación de las virtudes y sentimientos morales y, en general, la reflexión en torno a los valores, principios y normas que han de orientar nuestras vidas como personas y ciudadanos», dice el borrador.