Concierto
Isaac y Nora: música latina para colorear días grises
Los jóvenes franceses actuarán en el Teatro Circo Price junto a Fetén Fetén el próximo 30 de enero
«Podríamos decir que es un sueño que se cumple, pero realmente es más que un sueño, porque nunca imaginamos que esto podría pasar». Nicolás, padre de los pequeños artistas franceses Isaac y Nora trae al castellano el sentimiento de sus hijos. De la noche a la mañana se hicieron virales, y todo por subir un vídeo de Nora cantando la canción «Veinte años», de la cubana María Teresa Vera, acompañada instrumentalmente por su padre y su hermano. El vídeo tiene hoy más de seis millones de reproducciones en YouTube y, cuando casi han pasado tres años desde su publicación, ya tienen un disco, «Latin & Love Studies» y estarán en Madrid el próximo 30 de enero actuando en el Teatro Circo Price junto a la banda Fetén Fetén, con quienes han creado una colaboración casi simbiótica.
«Estamos muy contentos y bastante orgullosos de poder tocar en Madrid», añade Nicolás. «Nos ha sorprendido, pero hemos disfrutado de ello», añade. «Gracias a Madame Vodevil, nuestra representante, pudimos contactar con la familia cuando estábamos con nuestro disco «Cantables 2» y, a raíz de ahí, surgió este proyecto que se va a culminar, de alguna manera, en el Circo Price», explica Diego Galaz, uno de los integrantes de Fetén Fetén, quien reconoce que, a priori, pueda parecer que tienen estilos diferentes. Esta visión les cambió con una canción «Hasta la raíz», de Natalia Lafourcade. «Nos dimos cuenta de que había muchos puntos en común y que se podía hacer un proyecto musical. Así que, si bien ya hemos hecho algunos conciertos, el del día 30 va a ser la guinda de lo que, habitualmente, pasa con la música: que compartes y surgen cosas imprevistas y maravillosas», asegura.
Además, este grupo tan consolidado está encantado con lo que les aportan estos niños, de 13 y 10 años. «Nos encanta la frescura y el talento que tienen a pesar de ser tan jóvenes», dice Jorge Arribas. «Cómo sacan las melodías en seguida con la trompeta o cómo aprenden a interpretarlas con la voz. Para nosotros es una forma de refrescarnos y conectarnos también con ese talento y con esa juventud tan bonita en la que tienen tantas ganas de acercarse a todo tipo de músicas populares y otras melodías», afirma.
Ligados a la música
Y es que Isaac y Nora no recuerdan un solo día de su vida sin música. Para él, su recuerdo más importante es la primera vez que se subió a un escenario con su trompeta. «Fue un concierto que hicimos en nuestra ciudad, en Bretaña, en una casa cultural para la juventud en el que interpretamos dos o tres canciones antes de que empezase el concierto de otros artistas. Nora, sin embargo, atesora con especial cariño las canciones que su padre le cantaba antes de dormir.
«Estamos aprendiendo a manejar el habernos hecho virales», reconoce Nicolás, quien asegura que aun se sorprenden porque el vídeo de Veinte años, grabado de forma casera por su mujer, tuviera tanto éxito. «Los teléfonos no pararon de sonar los días siguientes. Fue imposible leer todos los mensajes», relata. De hecho, en medio de todo aquel caos, reconoce que el éxito ha surgido sobre todo en España y en otros países de habla hispana, ya que todas las canciones que interpretan son en castellano. «Nos ha sorprendido mucho cómo el vídeo ha tocado tanto a la gente», afirma. Sin embargo, es consciente de que la emoción y la preciosa voz de Nora son capaces de «transmitir mucho más que el idioma».
Pero, ¿de dónde surge este amor por la música en español? «No tenemos ninguna raíz latina. Yo nací en Corea del Sur y vivimos en Bretaña», explica Nicolás, y reconoce que les encantaría tener una «historia increíble que contar». Algo como que «había un abuelo mariachi en la familia». Pero no es así. Simplemente, es una cuestión de gusto y de emoción. Pero, en realidad, sí que hay una explicación tan cotidiana como extraordinaria en todo esto: «En Bretaña llueve mucho, y es muy habitual que el cielo esté gris. Pero nosotros, cuando ponemos esta música en casa, tal vez sea un estereotipo, pero nos trae un poco de sol, de alegría. Nos trae felicidad», asegura Nicolás.
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