
"Music Station"
El «Disneyland de la música» está en Príncipe Pío
Warner inagura el «Hub» creativo-musical «The Music Station» en un espacio de 10.000 metros cuadrados

Warner Music Spain se sentía «como una compañía más». Pero se acabó. Los últimos años han demostrado que es necesario mirar al futuro, a una nueva forma de hacer las cosas. Así surgió el nuevo Hub creativo-musical «The Music Station», un espacio de 10.000 metros cuadrados en la antigua estación de Príncipe Pío. «Veíamos que estábamos estructurados de una forma que estaba fuertemente anclada en el pasado, y no éramos muy distintos a cualquier otra industria, aunque la música funcione de una manera muy distinta», explica a LA RAZÓN Guillermo González, presidente de Warner Music Iberia. Así, un proyecto que empezó a gestarse en 2015 vio la luz cuando, durante la pandemia, la compañía descubrió «lo que descubrimos todos: que hay que hacer las cosas de otra manera».
El nuevo espacio, que se inaugura este martes, 10 de mayo, cuenta con salas de conciertos, estudios de producción musical, una discoteca… Y es, a su vez, el espacio de trabajo de los empleados de la compañía. «Vimos que no era necesario pasar el cien por cien de tu tiempo en un sitio concreto, y los empleados valoran muchísimo esa flexibilidad», explica. «Lo que sí teníamos claro es que no podíamos volver a como estábamos antes», continúa González. «Puede que sea un tópico, pero de las crisis hay que sacar aprendizajes, porque solo así surgen las oportunidades». Y surgieron. Con el objetivo inicial de convertirla en un teatro, las obras de reacondicionamiento de la estación comenzaron en 2015. Al llegar la pandemia surgió la oportunidad de que acabase en manos de Warner, quien le dio la vuelta al concepto y crearon este espacio, «el Disneyland de la música en Madrid».
Sin despachos
«No hay un despacho del presidente, sino una sala de composición. Ningún director tiene despacho, lo que hay son salas de escucha, de creatividad, de ensayos, salas para conciertos muy exclusivos…», explica.
También hay un pequeño anfiteatro y salas para dar clases a las nuevas personas que quieran formar parte de la industria, y que se imparten por parte de los propios empleados de Warner Music. «Se ha terminado convirtiendo en una especie de herramienta muy sanadora a nivel emocional, porque cuando te pasas todo el día trabajando, de repente dedicas un poquito de tu tiempo a compartir lo que tú has aprendido. No es como cuando actúas como artista, pero hay una parte de ti, cuando enseñas, que está actuando, estás generando una energía que estás compartiendo con un público, estás conectado igual o de una manera similar a cómo conecta un artista en un escenario. Se ha convertido en algo como muy poderoso», asegura.

A todo ello, que se sitúa en una de las torres de la antigua estación, se une un Starbucks y unas barras de Mahou, si bien recomiendan «empezar con el café por la mañana y acabar una cerveza por la noche», bromea González. Pero este sueño no se queda aquí. De hecho, ya tienen proyectos para el futuro. «En la otra torre queremos crear un museo de la música, hemos liado a un chef para que haga un restaurante y queremos tener también una tienda de música como las de toda la vida, en las que ibas a descubrir música», explica. Eso sí, respetando toda la estética y todo el valor histórico que tiene el edificio, de principios del siglo XX pero uniéndolo con la vanguardia de la tecnología: «hemos eliminado las llaves. Las salas se abren a cualquier hora del día a través de una aplicación». Así, están disponibles 24 horas al día. «Cuando quieras puedes venir aquí, grabar unas piezas, editarlas y luego escuchar lo que has hecho», dice González. «Y, cuando esté en marcha el restaurante, podremos venir con amigos o compañeros a pasar ratos súper agradables con otros artistas», añade.
En definitiva, este nuevo espacio a lo que aspira es a ser un punto de encuentro. «Esto es, a fin de cuentas, lo que está pasando en el mundo de la música, en el que el español ha cobrado una importancia tremenda y ahora compartir canción y escenario con un artista español es un privilegio», asegura.
«La democratización de los servicios de streaming le ha dado al idioma español, que es el tercer hablado del mundo, la posibilidad de meter canciones en todo el mundo y, de repente, es importante colaborar con artistas españoles o con artistas que hablen español», asevera. Y Madrid, en todo esto, tiene una situación privilegiada. «Casualmente está geográficamente a mitad entre América y Europa y Asia. Es como el punto geográfico perfecto para decir: ¿nos vemos?».

Contar con un lugar como este nuevo espacio de Warner Music en un punto geográfico tan privilegiado es «un regalo». «Para Europa le supone la puerta de entrada hacia el sur, y a los latinos para trabajar no solo con España sino con el mundo anglosajón, europeo e incluso africano, con el que cada vez hay más colaboración musical», señala. Por este motivo, la aspiración de Warner Music no es otra sino que este lugar se convierta en «la puerta de entrada de mundo al idioma español, y hacía falta que en España hubiera un sitio así, que sea un lugar de encuentro, de sociabilización del arte. Porque la música no se hace encerrados en una oficina, sino compartiendo».
Proyecto innovador
«Además, disponer de un sitio así lo que favorece es que artistas extranjeros quieran venir, y encima tienen libertad absoluta para hacerlo porque con su aplicación tienen la llave», apunta González. «Tanto a nivel institucional de Madrid como a nivel de los propios artistas, la acogida que ha tenido este proyecto es maravillosa, porque creo que todo el mundo está entendiendo, que esto es algo completamente innovador, distinto. Mis compañeros de Warner en otros países están alucinando, y ahora todo el mundo quiere hacer algo así», asegura. Además, esto es algo que, para González, esto es algo que los propios artistas esperan que se haga. «Realmente creo que era nuestro deber crear un sitio así, y, aunque hemos tardado mucho en hacerlo, porque veníamos de la tradición de los lugares donde se trabajaba». Y, de alguna manera, salda con los artistas españoles algo que podría considerarse una deuda histórica: la concepción de «si quiero triunfar, tengo que irme fuera». «Sitios así les dan la oportunidad de no tener que hacerlo, de estar en el epicentro de la tendencia y de tener los mejores equipos y espacios para llegar a donde quieran».
El mundo de la música se mueve ahora a un ritmo que suena a español, y Madrid está creando tendencia. «Las culturas son así, cuando algo marca tendencia empiezan a fijarse en lo que ocurre, y creo que ahora los ojos están puestos en España y en Madrid concretamente. Nuestros artistas llevan mucho tiempo escuchando lo que estaba ocurriendo fuera de nuestras fronteras, y creo que ahora se ha iniciado un proceso de renovación», afirma. «Tengo la sensación de que esa tendencia, ahora, la marcamos nosotros”.
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