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Elecciones en el Colegio de Abogados de Madrid: siete candidatos para gestionar 30 millones

Las elecciones a decano se celebran el próximo 20 de diciembre. El proyecto ganador se quedará a cargo de 74.790 colegiados y 30.435.000 euros

Candidatos al Colegio de Abogados.
Candidatos al Colegio de Abogados.larazon

Las reglas del juego ya están sobre la mesa: a casi dos meses vista, siete candidatos encaran una carrera de fondo que terminará el 20 de diciembre cuando se celebren las elecciones al Ilustre Colegio de Abogados de Madrid (ICAM). En la línea de meta hay tanto dinero como responsabilidad porque quien la cruce primero se quedará a cargo de, nada menos que 74.790 colegiados y 30.435.000 euros. Unas cifras que colocan al Colegio de Madrid a la cabeza de toda Europa.

Cuando el actual decano, José María Alonso, renunció a repetir mandato muchos se sorprendieron porque achacaban al despliegue de recursos de los últimos meses de celebraciones de los 425 años de la Institución (con un acto con el Rey Felipe VI incluido) como el inicio de la campaña soterrada. Pero Alonso dio un paso atrás y tres miembros de su Junta de Gobierno unos cuantos hacia adelante.

En primer lugar, Eugenio Ribón con su plataforma «Compromiso Abogacía» se perfila como uno de los favoritos y, aunque el actual decano todavía no ha mostrado su apoyo a ninguna candidatura, fuentes cercanas al Colegio aseguran que esta será su apuesta. Ribón tiene un perfil sólido con despacho propio -Ribón Abogados-, pero sobre todo se ha rodeado de abogadas de élite para conformar su candidatura, como la que sería su vicedecana Isabel Winkels. Y esto sin dejar de arañar votos de los abogados «de a pie» como la plataforma de letrados del turno de oficio ALTODO que están apoyando su candidatura.

Ya desde abril el nombre de otro miembro de la Junta de Gobierno salió a la palestra. El abogado Raúl Ochoa fue relevado de sus funciones al frente de la formación en el ICAM y aunque el decano trató de enmarcarlo en un movimiento natural, algunas fuentes letradas dieron por empezada la carrera a los comicios. Fundador del despacho Ochoa Marco & Asociados, es miembro de la Real Academia de Jurisprudencia, profesor del máster de Abogacía en la Universidad Complutense. Cuenta con una amplia trayectoria en el mundo del Derecho y conoce bien los engranajes del Colegio, por eso dice ser consciente del desapego que existe con la institución, y quiere «amparar, ayudar y mejorar los servicios». Estos días ha mantenido un perfil más discreto, respetando los tiempos de cada candidatura. Así que su equipo lo presentará en los próximos días.

Juan Gonzalo Ospina forma el tercero en discordia salido de la actual Junta y que lleva meses de movimientos para encabezar una candidatura. «Ahora Abogacía» es su plataforma en la que destaca la juventud, una de las virtudes a la que más partido quiere sacarle, y la frescura. Conocido como Juango en todos los eventos de la Abogacía madrileña a los que nunca falta, está especializado en Derecho Penal y desde 2016 dirige su propio despacho con solo 36 años. Es habitual en las tertulias de Espejo Público o en Las Mañanas de TVE y ha escrito el libro «El Abogado líder». Los pilares de su campaña se fundamentan en: respeto -trabajando desde el departamento del Derecho a la Defensa-, influencia - «para que el poder legislativo nos escuche y tengamos voz» - y servicios para los colegiados.

El último candidato masculino es Miguel Durán, exdirector general de la ONCE y socio director de Durán & Durán Abogados. Sus propuestas todavía están por conocer, pero avanza el nombre de un proyecto: «Por el verdadero cambio en la Abogacía». Ha logrado congregar una candidatura sólida, rodeado de abogados de mucho peso, exfiscales y exmagistrados de grandes despachos. Considera que el Colegio profesional más grande de Europa no tiene el espacio público e institucional que se merece y ese será el centro de su campaña. Abogar por la solidaridad para que ningún letrado se quede atrás, conseguir más derechos y más prestaciones; y que la profesión «se sienta dignificada»

Por su parte, las candidatas llegan también con toda la intención de revitalizar el Colegio y todas ellas tienen como eje central hacerlo más igualitario y acercarlo a los colegiados.

La Asociación Libre de Abogados y Abogadas (ALA) probará suerte este año presentando a su presidenta Ángeles Chinarro. Su lema «Recuperemos el Colegio» es toda una declaración de intenciones para que la Institución «pase a manos de los y las abogadas de a pie, de los pequeños despachos». Bajo los principios de «democracia, participación, igualdad y transparencia» ALA ha sido siempre el azote de la actual Junta de Gobierno llevando incluso algunas de sus decisiones a los tribunales. Chinarro pertenece al turno de oficio y tiene su propio despacho desde 1999. Antes trabajó como abogada en la ONG Federación de Mujeres Progresistas y su camino feminista continúa ahora con su especialización en violencia de género.

Beatriz Saura fue la primera de las mujeres en impulsar su candidatura a decana. Ha logrado también crear un equipo de letrados con bastante peso en despachos grandes y los ha unido bajo el lema «La Abogacía que nos une». Su intención es llevar su pasión por la digitalización -que comparte con su marido el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco- al Colegio de forma que se puedan tomar decisiones de manera colectiva. Implementando, por ejemplo, el voto telemático. Licenciada en Derecho por la Universidad de Alicante y Doctora en Derecho, ha ejercido también como fiscal de la Audiencia Nacional y, por encima de todo, quiere «acercar el colegio a sus compañeros». Cambiar la idea de pagar una cuota por obligación y buscar qué aportaciones se pueden hacer para cubrir las necesidades de todos los letrados.

La última en liza, Begoña Trigo, es licenciada en Derecho en la Universidad Complutense y tiene su propio despacho desde hace 18 años. Su candidatura la conforman siete hombres y siete mujeres, prácticamente todos inscritos en el turno de oficio. Así se vende, quiere ser la elegida por los pequeños y medianos despachos a los que busca representar buscando nuevos baremos para cobrar por trabajo y no por procedimiento, por ejemplo. Además, pretende potenciar la función social del Colegio o fiscalizar el Consejo General de la Abogacía.

Las siete candidaturas tienen por delante el reto de conectar a un gremio cada vez más fragmentado y alejado de la Institución (menos de un 10% de los colegiados votaron en las anteriores elecciones). Allanar las políticas de igualdad y saber gestionar un abultadísimo presupuesto de forma que redunde en aquellos que pagan sus cuotas. Todos los proyectos todavía deben pasar un último filtro y ser validados por el comité electoral en las próximas semanas.