Sucesos
Huye la familia del detenido en la boda gitana de Torrejón: «Van a por ellos y se autodestierran»
Un atropello intencionado acabó con la vida de 4 personas, una menor de edad. Los expertos creen que hay sed de venganza por parte de los allegados de los fallecidos y heridos
Unos dicen que sí estaba invitado a la ceremonia y otros que no, que acudió a «vengar» el desprecio que habían mostrado hacia su hijo, a quien echaron del banquete. Otros, sin embargo, sostienen que el hijo del que después sería el autor del atropello múltiple era una expareja de la novia que se casaba y que estuvo toda la ceremonia siendo «descortés» con parte de la familia, por lo que le invitaron a marcharse. El Grupo VI de Homicidios de la Policía Nacional investiga ahora las circunstancias previas a la tragedia que se vivió la madrugada de ayer en Torrejón de Ardoz, tras la celebración de una boda entre familias de etnia gitana.
Los hechos ocurrieron en el aparcamiento del restaurante «El Rancho», situado en el número 6 de la avenida de la Constitución de Torrejón de Ardoz. Cuatro personas murieron (una de ellas menor de edad) y otras ocho han resultado heridas tras un atropello múltiple e intencionado. Fuentes policiales aseguran que los fallecidos y la mayor parte de los heridos son del llamado clan de «Los Brunos», una histórica familia afincada en el Sector VI de la Cañada Real de Madrid y dedicada a la venta de estupefacientes. Los cuatro pertenecerían a la misma familia, entre ellos una mujer de 65 años y su hijo de 37. Los otros dos fallecidos tienen 60 y 17 años. Éste último, aseguran fuentes cercanas a la familia, pertenece a la familia de «Los Silvas», que ya estarían buscando venganza. Los hechos habrían comenzado cuando el banquete nupcial ya llevaba unas horas de «barra libre», sobre las 2:30 horas de la madrugada.
Al parecer, el enfrentamiento comenzó a tomar un cariz más grave cuando el padre del novio invitó al presunto autor del atropello a marcharse del convite, dado que no estaba invitado al mismo. Algunas fuentes sostienen que sí asistió, no obstante, a la ceremonia, pero no al convite posterior, por lo que su presencia resultó violenta para los invitados y los organizadores. Fue en ese momento, cuando le «acompañó» hasta la puerta del establecimiento hostelero cuando, acusa del estado de embriaguez y la animadversión que se profesaban, comenzó la pelea. Al principio solo eran ellos dos, pero poco a poco se fue sumando más gente, sobre todo del grupo del padre del novio del «casamiento». Antes de que todo acabase con fallecidos de por medio provocados con un vehículo, habían llegado a las manos. Después, el «expulsado», acompañado por sus dos hijos y el sobrino se fueron al coche, arrancaron y se acercaron a toda velocidad a todos los que se encontraban en el aparcamiento, sin que éstos apenas tuvieran tiempo de reaccionar, para darse más tarde a la fuga en el mismo vehículo.
La Policía Nacional encontró el parachoques del coche en la vecina localidad de San Fernando de Henares y, gracias a la matrícula, logró averiguar la identidad del conductor. Tras difundirlo por la emisora, todas las patrullas de Seguridad Ciudadana de Policía y Guardia Civil buscaban al autor del múltiple homicidio. Así, posteriormente, fue detenido por la Guardia Civil en Seseña (Toledo), a unos 50 kilómetros del lugar del homicidio ya cerca de las 5:00 horas de la madrugada. El hombre (que ahora también deberá tener cuidado en prisión por las ganas de venganza de los familiares de los fallecidos) tiene 35 años y apellido y nacionalidad portuguesa, pero también raíces gallegas; de hecho, es conocido con el mote de «El Gallego», según fuentes policiales.
Su vehículo se encontraba totalmente destartalado debido al fuerte impacto y con la luna delantera completamente rota. También había restos de sangre tanto en el interior como en el exterior del coche, fruto de los brutales atropellos y la pelea previa.
Con él, también viajaban sus dos hijos menores de 17 y 14 años y un sobrino con la mayoría de edad recién estrenada. Este último habría logrado huir a pie cuando recibieron el alto de la Guardia Civil. Al parecer, se dirigían a Seseña, a la urbanización construida por el famoso «Pocero» porque allí iba a darles cobijo algún familiar. Tras ser interceptados por la Guardia Civil, «El Gallego» quedó arrestado y fue puesto a disposición de los agentes de la Policía Nacional, dado que son quienes llevan la investigación.
Los dos hijos menores pasarían más tarde a cargo de un familiar tras quedar en libertad. Pero la sorpresa de los agentes no acabó cuando vieron que el presunto homicida viajaba en un vehículo en tal estado con sus hijos menores. Cuando abrieron el maletero del coche, un Toyota Corolla, los agentes hallaron alrededor de 5.000 euros. Según explicaron, era un dinero destinado a lo que en el argot gitano conocen como «la manzana», que es algo así como el regalo que hacen los padres de los novios a los recién casados y, además de dinero, es ajuar y otras ayudas.
Una portavoz de la Guardia Civil de la Comandancia de Toledo explicó que la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia del municipio localizó el vehículo implicado cuando realizaba servicios de prevención en la Urbanización El Quiñón de Seseña. El huido, de 18 años, todavía continuaba sin localizar al cierre de esta edición, según explicó una portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
Cuando se produjo el atropello del parking, muchos testigos presenciales entraron despavoridos al restaurante para pedir a los empleados que avisaran a la Policía y llamaran de forma urgente a varias ambulancias. Tras dar la alerta, el servicio de Emergencias de la Comunidad de Madrid procedió a activar el procedimiento de Incidente de Múltiples Víctimas (IMV), acudiendo un total de 22 dotaciones sanitarias al lugar del suceso, incluida la psicóloga de guardia de SUMMA112 que tuvo que tratar varias crisis de ansiedad entre los familiares de las víctimas. Según explicaron desde Emergencias-Comunidad de Madrid, la llamada al 112 se recibió a las 02:44 horas.
Además de los fallecidos, el atropello provocó dos heridos «considerados como potencialmente graves»: un hombre de 21 años con fractura de tobillo, que fue trasladado al Hospital de Torrejón y otro de 50 años con un traumatismo craneoencefálico y fractura de tobillo, también ingresado en el hospital de la localidad donde se produjeron los hechos. También atendieron a un varón de 20 años con fractura abierta (trasladado al hospital de Alcalá) y una joven de 17 años, dada de alta en el lugar.
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