Transportes

Energía limpia para generar frío y calor en el Intercambiador de Moncloa

La estación estrena un sistema geotérmico que aprovecha los recursos de la corteza terrestre

Colas en el intercambiador de autobuses de la estación de Moncloa
Colas en el intercambiador de autobuses de la estación de MoncloaAlberto R. RoldánLa Razón

Por el Intercambiador de Transportes de Moncloa pasan cada día 124.000 viajeros, lo que supone alrededor de 32 millones de usuarios anuales. Es la infraestructura de este tipo que más usuarios recibe, por delante de Plaza de Castilla, Príncipe Pío, Avenida de América y Plaza Elíptica. Ante una demanda de este calibre, el desempeño energético debe estar a la altura en un momento en el que las emisiones contaminantes están fiscalizadas con lupa. A tal fin, la Comunidad de Madrid ha puesto en marcha una iniciativa con un ojo puesto en la transición energética y otro en la reducción de emisiones de efecto invernadero.

Demanda térmica

El Centro de Innovación del Consorcio Regional de Transportes, en colaboración con Sacyr promotor de proyectos sostenibles e innovadores, ha desarrollado un proyecto piloto, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y el Fondo de Desarrollo Regional (FEDER), para abastecer las demandas térmicas, tanto de frío como de calor, al intercambiador de Moncloa. Se trata de un sistema geotérmico: una bomba de calor que realiza un intercambio térmico con el suelo, en lugar de hacerlo con el aire. De esta manera, y según el consejero de Transportes e Infraestructuras, David Pérez, «el potencial energético geotérmico será aprovechado por consumidores en superficie, reduciendo el uso de energías fósiles para la climatización y dará cobertura a la demanda de climatización y de producción de agua caliente sanitaria».

El Gobierno regional señala que la principal ventaja de realizar un intercambio térmico con el suelo consiste en que la temperatura a profundidades de entre 80 y 150 metros es constante a lo largo del año: aproximadamente 15 grados. A esta temperatura constante, las condiciones de intercambio son muy favorables tanto en invierno como en verano, épocas en las cuales la temperatura del exterior suele estar por encima o debajo de este valor.

En total, se han excavado ocho pozos para realizar el intercambio geotérmico y se ha instalado una bomba de calor de 100 kW de potencia térmica. Del mismo modo, se han emplazado depósitos de acumulación de agua: uno para agua fría a temperatura consigna de ocho grados y otro para agua caliente de baja temperatura a 35 grados. De este modo, la energía producida por la bomba de calor geotérmica queda conectada a una climatizadora en el Intercambiador de Moncloa.

Para llevarlo a cabo, ha sido necesario desarrollar una nueva tecnología energética capaz de abastecer a los sistemas de climatización del edificio, mediante la cual, se ha conseguido aprovechar la energía del subsuelo y almacenar la energía eléctrica en baterías de flujo para conseguir un consumo energético casi nulo.

Costes reducidos

El objetivo de la instalación es obtener unos costes más reducidos de energía que por el sistema tradicional. En este sentido, se comprobó que, desde el 18 de agosto al 19 de septiembre de este año, que es cuando el sistema empezó a funcionar después de la puesta en marcha, el coste de explotación del sistema geotérmico es 2,25 veces menor que el sistema de enfriado por aire, aun produciendo energía térmica con una potencia similar. Asimismo, el coeficiente de producción del sistema geotérmico es más de dos veces superior al del sistema de bombas de calor enfriadas por aire. Y es que, como energía renovable, la geotermia es limpia e inagotable, al aprovechar el calor del interior de la tierra, almacenado en rocas, suelos y aguas subterráneas.