Cargando...

El Madrid de

Beatriz Brunet: «Si haces algo, que sea bien. Si no, quédate en casa»

La madrileña ha llevado la artesanía textil al lujo contemporáneo. En Madrid cuenta con dos locales de interiorismo

Entrevista para madrileños a Beatriz Brunet, interiorista y CEO de From Bea, firma de alta decoración. David J David JarPHOTOGRAPHERS

Beatriz Brunet considera Madrid un hogar inevitable, un lugar del que nunca ha logrado (ni querido) desprenderse del todo. «Nací en Madrid y he vivido aquí toda mi vida, salvo dos años en Extremadura», cuenta. De hecho, incluso cuando el rumbo profesional y vital la llevó a instalarse en Barcelona, la ciudad que hoy acoge su taller textil, Madrid siguió llamándola. «Siempre he sentido la necesidad de volver». Desde hace tres años, lo ha conseguido: vive medio año en la capital y medio año en la Ciudad Condal.

Hoy dirige From Bea, una firma de alta decoración textil fundada en 2017 y especializada en mantelería y ropa de hogar artesanal, personalizada y 100 % hecha en España. Su proyecto, que nació mientras ejercía como interiorista, apuesta por ser un referente del lujo consciente, de la sostenibilidad y de la producción local.

La historia, sin embargo, comenzó con una carencia: «En los proyectos de interiorismo las mesas ya no son estándar; se diseñan para cada espacio. Pero cuando llegaba el momento de vestirlas, no encontraba manteles que encajaran», recuerda. Así lo recoge también su perfil profesional: «No existían manteles a medida que se adaptaran a las nuevas mesas creadas por los interioristas». Aquello la empujó a crear una firma que devolviera valor a la confección artesanal y ofreciera piezas únicas, a medida y hechas con fibras naturales. Así, el origen de From Bea parte del emprendimiento artesanal. Beatriz empezó en su propia casa, entre hilos y retales. «Me pasé un año entero estudiando el lino, probando cómo se comporta; es un material vivo, como un chicle, se dilata, se mueve», explica. Esta fascinación cuaja en la identidad de la marca: el lino es hoy su seña de identidad. Tal como indica, «los manteles de From Bea, confeccionados con lino de doble ancho, permiten cubrir mesas de gran formato, y las servilletas pueden personalizarse con iniciales o bordados únicos».

Entrevista para madrileños a Beatriz Brunet, interiorista y CEO de From Bea, firma de alta decoración. David JDavid JarFotógrafos

Pronto, su marido terminó «harto de pelas e hilos por toda la casa», bromea ella, y Beatriz abrió su primer taller, pequeño pero propio. Intentó derivar la confección a talleres externos, pero la calidad no cumplía sus exigencias porque «la manera de coser de un tapicero no es delicada. Necesitaba mimo, precisión». Por lo que finalmente decidió asumir el control completo de la producción, guiada por un perfeccionismo que no oculta ni pretende disimular: «Si haces algo, hay que hacerlo bien; si no, mejor quedarse en casa». Ese nivel de detalle no es solo una actitud, sino un cimiento de la marca. From Bea apuesta por fibras 100 % naturales, señala la entrevistada que “no empleamos poliéster ni materiales plásticos en ninguna fase del proceso; todo es natural y biodegradable”, destaca Brunet. Para ella, esta decisión no es solo estética: es ética. «El poliéster es lo que realmente contamina los mares; las lavadoras no retienen las microfibras. Es un problema serio».

Madrid

Aunque su actividad productiva siga centralizada en Barcelona, Madrid es hoy el gran escaparate de From Bea. La firma cuenta con dos tiendas en la ciudad: una en el Rastro, abierta solo los fines de semana, y otra en la calle Don Ramón de la Cruz. «La del Rastro es diminuta, pero tiene un encanto especial. Es como un pequeño tesoro escondido». El público madrileño, reconoce, es exigente, curioso y cada vez más interesado en la sostenibilidad. «La marca combina sostenibilidad, personalización y producción local, apostando por un modelo de lujo consciente y duradero», añade.

Madrid también es, para ella, una fuente de inspiración afectiva. Cuando habla de sus rincones favoritos destaca El Retiro; en cuanto a restaurantes, Beatriz confiesa tres debilidades: el cocido de Malacatín, «ahora que llega el frío, es perfecto»; la diversión nocturna de Trocadero en la Plaza de los Delfines; y, cómo no, las noches improvisadas en Florida Park. «Madrid siempre ofrece un plan inesperado», dice.

Interiorismo

El auge del interiorismo, confiesa Brunet, ha cambiado radicalmente en los últimos años. «Antes se contrataba a un interiorista porque no tenías tiempo. Ahora es un símbolo de estilo de vida». De aquí parte su labor, y además confiesa haberse apoyado en las redes sociales para poder aprender y trasladar tendencias y su modelo de negocio. «Para mí, lo importante es que alguien recomiende la tienda porque tiene calidad, no por lo que vea en Instagram», añade.

De cara a futuro, la marca prevé organizar directos con colaboraciones especiales para estrechar sinergias en el sector del interiorsmo.

Client Challenge