Sanidad

Las donaciones de sangre: un olvido durante el verano

LA RAZÓN se pone en contacto con la directora del Centro de Transfusión de la Comunidad, Luisa Barea, para atender demandas de algunos grupos sanguíneos

Llamamiento para donar sangre por el uso de reservas ante la gripe
Llamamiento para donar sangre por el uso de reservas ante la gripelarazon

El Centro de Transfusiones de la Comunidad de Madrid está haciendo un llamado a los ciudadanos de Madrid para que donen sangre de los grupos sanguíneos ‘O+’ y ‘O-’, con el objetivo de incrementar las reservas y asegurar el abastecimiento necesario para atender las demandas hospitalarias.

Según la información proporcionada por Luisa Barea, directora gerente del Centro de Transfusión a LA RAZÓN, se ha declarado un estado de alerta amarilla para los grupos sanguíneos ‘O+’ y ‘O-’, mientras que los demás grupos se encuentran en nivel verde. Se hace un llamamiento a la donación de sangre en la próxima colecta para reforzar las reservas en estos grupos sanguíneos. «Esto no es algo puntual, ocurre cada año con la llegada del verano, la gente se va de vacaciones y olvidamos la importancia de donar. Por eso, tenemos que animarnos durante las fechas próximas. Por suerte, actualmente no hay problemas serios porque gozamos de reservas, pero están descendiendo. Gracias a tener estas reservas hemos podido contrarrestar y paliar los posibles inconvenientes», explica Barea.

La directora informa que las donaciones realizadas en puntos fijos y móviles tienen una demanda del 50/50, aunque en verano cuesta acercarse a un habitáculo pequeño cuando hace 40 grados a la sombra, pero resalta que «son espacios que están especialmente acondicionados, con aire, camillas, personal magnifico para atendernos y tentempiés para estar lo más cómodos y seguros posibles. El calor solo se pasa en el camino de casa al autobús de donación».

En cuanto a los requisitos para donar sangre, debe haberse cumplido la mayoría edad, hasta los 65 años (60 si es primera vez) –, superar los 50 kilos, y encontrarse bien; no padecer enfermedades ni estar sometido a tratamientos, y tampoco en un periodo de espera de resultados sanitarios. «Se hace una serie de preguntas rápidas para comprobar que todo está correcto y no haya ningún riesgo para el receptor. El cuestionario es, incluso, una forma de control médico para la salud del donante, pues en ocasiones él o ella se va decepcionado por no haber podido donar. Esto ocurre cuando detectamos alguna irregularidad en el chequeo, pero es por su bien, para que esté al día de su situación y solicite una visita al especialista si es necesario», argumenta Luisa Barea.

El procedimiento es simple. lleva menos de 20 minutos y se puede repetir cada 8 semanas. Sin embargo, hay un límite de cuatro veces al año para los hombres y tres para las mujeres, dentro de un período de 12 meses. Por otro lado, Luisa Barea expresa que «abogan por la comida sana» y ofrecen una batería de opciones como fruta, frutos secos o bocadillos. Aunque no hay que obsesionarse con eso: «También hay que tener en consideración que los productos requieren unas condiciones que no puede aportar una nevera pequeña o el propio aire. Normalmente los pacientes ingieren líquido, como zumo o agua, y un sándwich o galletas. No pasa nada por consumir estos alimentos azucarados de manera puntual, nada en exceso es bueno, ni el tomate. Un bollo ocasional no es un problema, pero no todos los días ni a todas horas».

«Orgullo de los madrileños»

La trayectoria de Luisa Barea le permite afirmar con conocimiento de causa que «debemos estar orgullosos de la sociedad madrileña». Destaca su solidaridad en la sanidad: «No puedo decir otra cosa que no sea destacar la solidaridad que vivo cada día. Me sigue pareciendo asombroso la cantidad de buenas personas –900 al día– que ayudan de forma voluntaria y anónima. Es una marea humana que sostiene la sanidad. A veces cuesta que haya constancia, pero no nos podemos olvidar que aquí ni las compensaciones ni reconocimientos existen, salvo el personal. Yo como trabajadora y como persona sé que, si sufro de problemas de salud, siempre habrá algún donante dispuesto a ayudarme. Pese a los años que estoy en la profesión, me sigue pareciendo una auténtica barbaridad que me emociona».

En la Comunidad, se efectúan aproximadamente 240.000 donaciones de sangre al año. En una intervención quirúrgica se pueden llegar a utilizar alrededor de lo que equivalen 20 donaciones. Además, para cubrir las necesidades de los hospitales, la administración requiere 900 donaciones diarias. Es necesario tener en cuenta que ciertos componentes, como las plaquetas, tienen una vida útil de cinco días, y se necesitan 650 bolsas de sangre fresca diaria para asegurar un adecuado suministro.