Gastronomía
Dónde encontrar productazo en Burgos
La Demanda es un destino inefable donde es posible encontrar un trabajo bien trabado
Un toque de modernidad dentro de la tradición del culto al producto excelso. Ese es el telegrama que podríamos mandar cuando atisbamos La Demanda como destino inefable en Burgos. La búsqueda de la excelencia supone un reto complicado y a la vez apasionante. Realizar esta aventura desde varios frentes buscando un mismo camino es aún más complejo pero engrandece el resultado final.
Esto es lo que ocurre en este cosmopolita lugar burgalés, donde bajo la apariencia de un pequeño mercado o ultramarinos lujoso, se esconde un trabajo bien trabado de pasión por el producto, su elaboración y su servicio. Esta voluntad engloba muchas cosas, la búsqueda del mejor material, el estudio de cada elaboración y el conocimiento de las temporadas para cada alimento. Esto parece sencillo pero no lo es en absoluto.
Tras esta quizá rebuscada definición del lugar que nos ocupa, ya que es un sitio difícil de resumir en un concepto, se encuentra De la Demanda Mercado. Ellos mismos lo definen como una forma de vida donde el producto y la alta gastronomía se dan la mano de una forma tan sutil como elegante.
Probablemente los emblemas más significativos y referentes de este lugar sean sus chacinas y sus vinos. Así, se incluyen las de Casalba de producción propia y grandísima calidad y otras de diferentes procedencias, todas con el marchamo ineludible de una calidad máxima. Su bodega, probablemente la mejor de la ciudad, contiene una enorme cantidad de vinos de todas las procedencias con una predominancia como no podía ser menos, de los vinos de la zona, con referencias increíbles desconocidas muchas veces para el gran público. Muchos espumosos incluso generosos para alegrar la fiesta.
Se completa este apartado «de mercado» con una amplia selección de productos gourmet donde sobresalen las conservas del mar y la huerta, que hacen que al entrar uno se sienta como en una joyería de lujo en la que el salivar va unido a la cara de sorpresa al observar sus estanterías.
Más allá de esta parte tendera de lujo, existe una vertiente parte culinaria en la que se entreteje su mercado con una cocina donde se entrelaza el producto y la tradición local, pero no faltan guiños a otras partes y otras cocinas. Carnes, pescados y verduras cuidadosamente seleccionados en función de la temporada y elaborados en sus brasas con mimo absoluto hacen de complemento perfecto a cualquiera de los productos que se venden en su mercado y se pueden degustar también en la mesa.
Es un lugar estupendo en el que uno puede viajar y soñar a través de la vista, el olfato y el gusto de una gastronomía sencilla en su concepto, pero enorme en su planteamiento.
Una propuesta que se aleja de la ostentación y se centra en la verdad del sabor, en la autenticidad del producto y en el respeto absoluto por el origen. Aquí no hay trampa ni cartón, solo oficio, gusto refinado y una actitud de permanente curiosidad por lo mejor. La atención al cliente, cercana pero profesional, suma puntos a la experiencia, haciendo que cada visita se convierta en una celebración del buen hacer. La Demanda no es un simple restaurante ni una tienda más: es una declaración de intenciones que reivindica que la excelencia, cuando se hace con alma, puede ser cotidiana.
Felicidad: 9
Precio medio: 45 euros