Palacios de Madrid
Duquesa de Sueca: la puerta de entrada al Ministerio del Tiempo
El Palacio, que se hizo célebre por la popular serie de televisión, ha sido reformado recientemente
Su fachada se hizo popular porque era la entrada al Ministerio del Tiempo, esa puerta que daba acceso a aquel organismo secreto que permitía viajar por los principales hitos de la Historia de España en la serie del mismo nombre.
Se trata del palacio de la Duquesa de Sueca, en la plaza del Duque de Alba, a escasos metros de la plaza de Tirso de Molina.
Construido sobre los cimientos del Colegio Imperial de la Compañía de Jesús, el complejo se levanta sobre la ampliación de la cerca del arrabal, lo que explica que los muros de carga del edificio estén fabricados en pedernal, del sílex con el que los árabes construyeron las murallas de Madrid.
La parcela había pasado a propiedad real tras la expulsión de los jesuitas en 1767. Fue en 1791 cuando Antonio de Abajo llevó a cabo el proyecto del alzado, que se construyó exnovo para lo que sería un colegio para los hijos de los criados de Carlos III que pasó a denominarse «escuela de primeras letras y habitación de los maestros que enseñan a los hijos de los criados de S.M.».
El trazado del palacio, de 7.200 metros de superficie, se desarrollaba en torno a tres patios principales: uno anterior, casi cuadrado y de menor tamaño, otro posterior, aproximadamente romboidal y de mayores dimensiones, conectado al anterior mediante un gran arco de medio punto, y un tercero trapezoidal.
Tras su construcción, Carlos IV encargó la reforma del edificio para darle otro fin, el de residencia de su ministro y valido, Manuel Godoy, y su esposa, María Teresa de Borbón y Vallabriga, la Condesa de Chinchón, inmortalizada por Goya y que también ostentaba el título de Duquesa de Sueca, al que el palacio debe su nombre.
Tampoco tuvo este uso demasiado tiempo, pues en 1803 la casa palacio volvió a albergar aulas entre sus muros y pasó a ser la Escuela de las Temporalidades. 34 años después, en 1837, se convirtió en la sede del Colegio de Humanidades de Francisco Serra.
Pero no sería éste su último uso, ni mucho menos. A finales del XIX, el palacio se convirtió en cuartel de la Guardia Civil, uso que mantendría hasta después de la Guerra Civil, momento en el que pasó a manos privadas para ser destinado a albergar varias viviendas.
Poco a poco el palacio fue cayendo en el abandono y en 2005, ante el estado de ruina en que se encontraba, pasó a ser del Ayuntamiento de Madrid, que comenzó un proceso de rehabilitación que se ha ido demorando y que en muchas partes del edificio obligaron a demoler buena parte del interior manteniendo solo los muros exteriores.
En primer lugar, hubo que hacer trabajos de consolidación y reconstrucción estructural del cuerpo este del palacio, conservando la disposición de muros y forjados de madera, aunque se conservaron las vigas de madera, el pavimento o las cañerías para su posible reaprovechamiento.
Según los responsables de su rehabilitación, «nos encontramos con que era necesario demolerlo todo, excepto una pequeña estructura de madera que daba al patio central. El siguiente paso fue reconstruirlo de la manera más fiel posible a los métodos constructivos y las técnicas con las que se había levantado el edificio original. Las exigencias de Patrimonio y los requisitos del proyecto hacían que nos tuviésemos que ajustar a los métodos de ejecución antiguos. Por ello, nos dispusimos a echar un vistazo al pasado y a adaptar nuestra forma de trabajar habitual».
Las obras sufrieron retrasos al encontrarse a principios de 2019 unas tumbas sarracenas de gran importancia histórica y arqueológica. Las catas arqueológicas permitieron sacar a la luz la estructura de una cava donde, gracias a los pigmentos presentes en las paredes, se pudo determinar que servía para el almacenamiento del vino. Tanto el silo como la bodega, como forman parte de la estructura del Palacio, se podrán contemplar íntegros. También se llegó a encontrar una antigua bayoneta.
Los trabajos de rehabilitación para asegurar el edificio finalizaron el año pasado. En la actualidad, el Ayuntamiento de Madrid está trabajando en el proyecto de los futuros equipamientos que albergará la zona. Entre ellos, un centro de mayores, de 1.500 metros cuadrados, y otro destinado a familias en situación de exclusión social y vulnerabilidad, que tendrá carácter residencial.
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