Madrid
Este es el Plan para resucitar la destruida parroquia de la Paloma
El proyecto para reconstruir el edificio de la calle Toledo, que explotó en 2021 causando cuatro víctimas mortales, tendrá un presupuesto de 4,4 millones
Hace ahora dos años y medio, el céntrico barrio de La Latina tembló en todos los sentidos. Cuando faltaban cuatro minutos para las tres de la tarde de aquel 21 de enero de 2021, las puertas y ventanas de sus viviendas vibraron al unísono. El motivo, una fortísima explosión en el número 98 de la calle Toledo, en el edificio parroquial de la Virgen de la Paloma, producida al soltarse el conducto del gas bajo la acera. Por encima de los daños materiales, hubo que lamentar cuatro víctimas mortales: el sacerdote Rubén Pérez Ayala, de 36 años; su amigo David Santos, un feligrés que fue al edificio a intentar ayudar después de que la calefacción dejara de funcionar; Javier, un albañil de 45 años de La Puebla de Almoradiel (Toledo) que trabajaba en el edificio de enfrente, y Stefko Ivanov, ciudadano búlgaro de 46 años que en ese momento estaba en la calle. La capital venía de atravesar algunos de los momentos más difíciles de su historia reciente: la pandemia, la borrasca Filomena... Nadie estaba preparado para recibir un nuevo golpe y, sobre todo, tan trágico.
Pasado este tiempo, la parroquia busca levantarse de nuevo, en términos literales. Hay que tener en cuenta el parte de daños: la planta sexta, el casetón de escaleras, la cubierta y la zona superior de la medianera Sur y de las fachadas Este y Oeste quedaron destruidas, mientras que los pisos dos, tres, cuatro y cinco cuentan con afecciones graves. De hecho, un vistazo a su estado actual revela las cicatrices: una chapa metálica de protección es visible en el sexto piso, mientras que las dos cubiertas superiores cuentan también con soluciones provisionales.
El pasado mayo, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid aprobó inicialmente el Plan Especial para recuperar el edificio. Un proyecto promovido por la propia Parroquia Virgen de la Paloma, propietaria del inmueble y su parcela, y que, en estos momentos, está sometido al trámite de información pública, lo que permite conocer los detalles del mismo. Tal y como recuerdan los promotores en el documento, el edificio, «parcialmente destruido» cubría las «necesidades pastorales de la parroquia y daba apoyo añadido a numerosas familias que actualmente no pueden contar con esta dotación, además de ser la residencia de los párrocos».
La parroquia, puesta en pie en octubre de 1990, cuenta con uso dotacional de servicios colectivos, en su clase de equipamiento religioso privado, lo cual no cambiaría. Pero sí lo haría su edificabilidad. De acuerdo a la memoria del documento, cuenta con una edificabilidad consolidada de unos 1.600 metros cuadrados. En su propuesta, los religiosos solicitan aumentar esa cifra un 20%, algo, argumentan, permitido en el Plan General de Ordenación Urbana para los edificios sin catalogar. De esta manera, tras su reforma, el inmueble superaría los 2.000 metros cuadrados. Dicho aumento no supondría un crecimiento en altura de la edificación, sino un aumento del volumen de fondo. Así, la intención es fragmentar el espacio de relación entre la parroquia y la Iglesia de la Virgen de la Paloma, con la que está directamente conectada, generando un «espacio libre entre patios con más superficie y de más calidad, acorde con la relación que el edificio debe tener con la Iglesia».
Otro de los puntos desarrollados en el Plan hace referencia a las cubiertas. En el mismo, se propone la colocación de paneles solares fotovoltaicos, para uso propio o suministro a la red. Sería una de las novedades respecto al anterior inmueble. Y es que, como señalan en el proyecto, «la destrucción de la mayor parte» del edificio es «la oportunidad sobrevenida para adaptar el inmueble a las actuales exigencias y condiciones de protección contra incendios y de accesibilidad». De hecho, los trabajos se aprovecharán para mejorar la «accesibilidad para todas las personas, en especial las que estén en situación de movilidad reducida». Así, se eliminarán barreras arquitectónicas presentes en el edificio actualmente, como «desniveles en planta baja o escalones de acceso al edificio, etc».
Crédito bancario
En lo que respecta a la memoria económica, el presupuesto para la reconstrucción se eleva a los 4,4 millones de euros. De forma desglosada, las mayores partidas irán destinadas a envolvente y albañilería (1,07 millones); acabados, revestimientos y calidad (916.000 euros); actuaciones estructurales (743.000) e instalaciones (642.000). En cuanto a los fondos de financiación, tres millones de euros correrán a cargo del Arzobispado de Madrid, mientras que medio millón lo pondrá la propia Parroquia, derivada de diversas actividades solidarias que ha realizado en los últimos meses para recaudar fondos. Del mismo modo, se prevén unos 400.000 euros adicionales procedentes de donaciones privadas. En caso de no llegar a cubrir esos 4,4 millones, «se completaría la cantidad necesaria con la financiación por parte de una entidad de crédito». El Arzobispado de Madrid se ha comprometido a firmar como avalista de la operación.
Otro de los asuntos indispensables para sacar adelante el Plan es el impacto medioambiental. En el proyecto se recuerda que la ubicación de la parroquia está dentro de Madrid360, «siendo limitado el acceso a vehículos». Sin embargo, la actividad que se desarrollará en el edificio, «que es la misma que se venía desarrollando de centro parroquial y residencia religiosa», tiene un «fuerte componente de vecindad, ya que es una actividad enfocada a este tipo de usuarios. No es habitual que viniesen a recibir catequesis, charlas, o asesoramiento parroquial vecinos procedentes de otros barrios de Madrid». Por tanto, su reapertura no prevé un aumento del tráfico circundante, al producirse la afluencia principalmente a pie.
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