Las asperezas en el Pleno de Cibeles de hoy, marcadas por los recientes casos de corrupción que acechan al PSOE, tuvieron una «secuela»: el duelo de banderas entre los socialistas y Vox. Los primeros, luciendo en su bancada la del Día del Orgullo; los segundos, haciendo lo propio con la española. Hay que tener en cuenta dos antecedentes previos del pasado lunes: por un lado, el TSJM decidía anular el recurso interpuesto en su día por Vox que prohibía el uso de la bandera LGTBI en el edificio de grupos municipales de la Plaza Mayor; por otro, la confirmación, por parte de Martínez-Almeida, de que el Ayuntamiento no iba a colocar dicha bandera en el Ayuntamiento, si bien sí que se iluminaría la Cibeles con los colores del arcoíris.

Con este caldo de cultivo, una vez debatido el punto sobre la ampliación del servicio de atención psicológica y jurídica a víctimas de LGTBIfobia, la concejala socialista María Caso sacó una bandera arcoíris que ha desplegado sobre su escaño.

La respuesta de los concejales de Javier Ortega Smith fue desplegar tres banderas de España, repartidas por sus cinco escaños. El portavoz de Vox se refirió a las banderas LGTBI como «trapos de ‘‘colorinchis’’». Y es que llevó al Pleno una proposición para «aprobar la retirada de todos los servicios municipales orientados al colectivo LGTBI». Proposición que salió rechazada.

«Este fanatismo de las políticas LGTBIJKLMNOPQRS, más menos dividido por punto y coma, se suprime y se sustituye por una palabra: el artículo 14», afirmó, en una intervención en la que acusó al resto de grupos municipales de «utilizar las instituciones en su beneficio» y «colgar banderas como si los edificios públicos fueran suyos».

En relación al fallo del TSJM, Vox criticó que no ha «entrado en el fondo del asunto», e insistió en que solo el 28 de junio y en espacios no principales, como patios interiores, podría autorizarse su exhibición, según ha dictaminado el Supremo.