Guerra en El Rastro entre vendedores y Ayuntamiento de Madrid ante el regreso a Vara del Rey

Tras ser desplazados por obras de mejora de la Plaza General Vara del Rey a la Puerta de Toledo el pasado 12 de septiembre, seis meses después 174 puestos del Rastro vuelven este domingo a la Plaza General Vara del Rey enfrentados con el Ayuntamiento de Madrid. “La Junta de Centro no ha cumplido nada de lo que prometió. Nos aseguraron que los puestos iban a volver a su ubicación original a mediados de diciembre y, hasta el 27 de enero, no nos facilitaron los planos de dónde iban a ir los nuevos puestos”, cuenta Mayka Torralbo de 60 años, vicepresidenta y portavoz de El Rastro Punto Es.

Ante las acusaciones de falta de diálogo, el concejal presidente de distrito Centro de Madrid, José Fernández, asegura que “las conversaciones han sido continuas y hemos hecho cinco propuestas, pero algunas personas solo han ido a la última reunión”. Fernández reconoce "un retraso de poco más de un mes": "El fin de las obras estaba previsto el 31 de diciembre, no a mediados de diciembre. La falta de materiales ha retrasado el regreso de El Rastro a Vara del Rey".

Tras varios días de comunicados cruzados entre el Ayuntamiento de Madrid y la asociación El Rastro Punto Es, el consistorio envió el miércoles “la quinta y definitiva propuesta donde se ha tenido en cuenta la situación de los vendedores”. Por su parte, Torralbo asegura que “de los 996 puestos del Rastro, 174 han sido los que históricamente han estado instalados en la Plaza Vara del Rey y la calle Amazonas que también colinda con Rivera de Curtidores y plaza de Cascorro”. “Ahora muchos de ellos no podrán volver a su lugar tradicional como les prometieron”, detalla Torralbo. Fernández sostiene que es “una polémica estéril”: “Todos regresan al sector F en la Plaza General Vara del Rey. Sólo 15 puestos serán trasladados a otros puntos de la plaza para dejar libres los pasos de cebra para las personas ciegas y los vehículos de emergencia”.

Ángela del Pozo, vendedora de 64 años y miembro de la Asociación Argasana de artesanos y vendedores del Rastro, explica que “no entendemos por qué deben estar libres los pasos de cebra si el tráfico ya está cortado esas horas”. Torralbo pide que “los puestos que se tengan que desplazar puedan elegir una ubicación entre las ubicaciones que están libres porque no se ha concedido licencia desde hace años en estos lugares”.

Mientras enseña los planos donde el Ayuntamiento indica los nuevos lugares donde deben colocarse los puestos y señala las marcas en el suelo enumeradas, Torralbo insiste en que “han cambiado muchos puestos al centro de la plaza, donde los clientes no suelen ir porque no sigue el recorrido natural del Rastro que rodea la Plaza Vara del Rey”. Justo detrás de un pasillo de puestos en el centro de la plaza, marcados en el suelo con cuadrados de baldosas de piedra oscuras rodeados de adoquines claros, hay una fila de árboles cada pocos metros que “impedirá la carga y la descarga impidiendo nuestra actividad comercial”, protesta Torralbo.

Tras seis meses “aislados en el Jardín de las Heroínas de Sálvora en Puerta de Toledo a 10 minutos del Rastro”, Pedro Santos, vendedor ambulante de 65 años y vicepresidente de la Asociación Independiente de Vendedores de El Rastro, coincide en “no hay espacio para poder trabajar”. "Han sido meses duros. En la Puerta de Toledo se colocaron sólo unos 80 de los 174 puestos desplazados, el resto no lo instalaron porque no cubrían ni los gastos", subraya Santos. Pese a su indignación por “la falta de respecto del Ayuntamiento”, Torralbo celebra que “desde el lunes a la quinta propuesta del jueves el plan ha mejorado”.

Desde el Ayuntamiento, Fernández defiende que “precisamente el nuevo diseño de la plaza favorece todos los desplazamientos”: “Antes la plaza era una especie de escalera con varios escalones. Ahora los visitantes van a poder pasear mucho más por la plaza y visitar todos los puestos”. El concejal presidente del distrito Centro pide que “demos una oportunidad a una reforma que los vecinos han acogido muy bien”: “Creo que los vendedores cuando la utilicen van a estar muy satisfechos”.

Otro de los puntos conflictivos es la colocación de los puestos en la calle Amazonas frente al bar Santurce, que suele llenarse los domingos para probar sus sardinas a la plancha, y otros bares y comercios. Los representantes de las asociaciones del Rastro piden que, pese a la ampliación de esa acera, se les traslade a la acera de enfrente: “Los puestos aquí van a dejar muy poco espacio para que los vecinos entren al bar Santurce, otros bares y los comercios de esta calle”.

En la acera de enfrente no hay bares ni comercios, pero Fernández afirma que se deben colocar en esa acera “por motivos de seguridad para asegurar el paso de las ambulancias”: “Nunca pasa nada hasta que un día pasa algo”. El propietario del bar Santurce, Raúl Lázaro de 48 años, se muestra “preocupado ante la posibilidad de perder clientela este domingo” con los puestos frente al bar en el que está “desde los dos años cuando lo cogió mi padre”.

Tras dialogar amablemente con Raúl a las puertas del bar Santurce, Ángela del Pozo señala los árboles de unos 2 metros con las ramas esqueléticas sin hojas: “Cuando crezcan tendremos problemas para colocar aquí nuestros puestos”. Por su parte, Raúl espera “que dejen un espacio para que mis clientes puedan entrar”.

Ante el polémico regreso de los 174 puestos del sector F a la Plaza General Vara del Rey, Torralbo cuenta que “algunos comerciantes han dicho que no harán caso de su nueva ubicación y volverán a su sitio de siempre”. Frente a esta posibilidad, Fernández recuerda que “se impondrá un expediente sancionador a aquellos que no cumplan la normativa”. Torralbo sostiene que el domingo “harán fotos y vídeos de los problemas para mostrar el lunes al Ayuntamiento los inconvenientes que genera su plan para volver a Vara del Rey”. Fernández se muestra “siempre abierto al diálogo y a corregir todos los errores que pueda haber”: “La policía municipal estará atenta. La experiencia ayuda a ver si se ha planificado mal. Pero creo que será un buen regreso tanto para los vendedores del Rastro, los clientes, los vecinos y los locales de la zona”. Tras seis meses fuera de la Plaza General Vara del Rey, la incertidumbre es la nota dominante a pocas horas del regreso de El Rastro a este lugar protagonista de la guerra entre los vendedores y el Ayuntamiento de Madrid.

"Tanto vendedores como Ayuntamiento tienen razón"

El presidente de la Asociación Nuevo Rastro Madrid que representa a las tiendas físicas de la zona del tradicional mercadillo, Manuel González, considera que “tanto los vendedores ambulantes como el Ayuntamiento tienen razón” ante el polémico regreso de El Rastro a la Plaza General Vara del Rey. “El concejal tiene razón porque intenta hacer una plaza más habitable y con menos desniveles pensando en el uso diario de ella. Y los vendedores de los puestos defienden volver al lugar que siempre han ocupado ante el temor de perder sus ingresos”, sostiene González. El representante de las tiendas físicas de la zona de El Rastro cuenta que “los comercios y los bares también tienen motivos para estar preocupados por los cambios, tenemos muchas dudas de cómo irá el regreso este domingo”.